«El desafío de la nueva
evangelización interpela a la Iglesia universal», dijo Benedicto XVI, cuando
anunció la creación del nuevo consejo pontificio, hace un año en las primeras
vísperas de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el 28 de junio de 2010. Y
rogó que la intercesión de los santos Apóstoles «obtenga a toda la Iglesia fe
ardiente y valentía apostólica para anunciar al mundo la verdad que todos
necesitamos, la verdad que es Dios, origen y fin del universo y de la historia,
Padre misericordioso y fiel, esperanza de vida eterna».
Y, siguiendo el anhelo de Benedicto XVI, la ‘Misión Metrópolis’, para impulsar la Nueva Evangelización empieza en Europa, con el propósito de extender esta experiencia pastoral más allá del viejo continente, intercambiando vivencias en el respeto de las diversas tradiciones culturales y eclesiales.
Y, siguiendo el anhelo de Benedicto XVI, la ‘Misión Metrópolis’, para impulsar la Nueva Evangelización empieza en Europa, con el propósito de extender esta experiencia pastoral más allá del viejo continente, intercambiando vivencias en el respeto de las diversas tradiciones culturales y eclesiales.
Un proyecto común, en el que las diócesis se sostienen mutuamente, mirando al futuro con esperanza, para alcanzar la misma meta, promoviendo la responsabilidad participada y la aportación creativa y creíble de los cristianos. Con el telón de fondo de la reunión convocada por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Arzobispo colombiano José Octavio Ruiz Arenas, secretario de este consejo, destaca ante nuestros micrófonos la importancia de esta misión europea y la realidad en otros lugares del mundo, como en América Latina, poniendo de relieve el intercambio y enriquecimiento mutuo:
El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, explica en un artículo de L’Osservatore Romano, que en la cita del pasado lunes en el Vaticano - que contó, recordamos, con la participación también del Cardenal Lluis Martínez Sistach, Arzobispo de Barcelona - se establecieron tres puntos fundamentales para la ‘Misión Metrópolis’ europea, que comenzará en la Cuaresma 2012 con signos públicos ofrecidos a los ciudadanos. La Catedral será el lugar central para estos signos.
Ante todo, señala Mons. Fisichella, «la lectura continuada de los Evangelios para poner en el centro la Palabra de Dios. Luego, tres catequesis del obispo dedicadas a los jóvenes, a las familias y a los catecúmenos, sobre temáticas de la fe. Y una celebración del sacramento de la reconciliación para profundizar en la confesión, destacando asimismo su elevado valor antropológico».
«Un gesto de caridad completará esta experiencia pastoral, para evidenciar que la fe profesada y rezada debe ser también testimoniada», recuerda Mons. Fisichella, añadiendo que el tercer signo es de «espiritualidad y de carácter cultural» y que se dará con «la lectura de algunos textos significativos, tomados por ejemplo de las Confesiones de san Agustín».
«Estas iniciativas empezarán en las catedrales por su elevado valor simbólico, pero se proponen extenderse también a las parroquias de las diócesis para una acción más directa en el territorio», explica asimismo Mons. Fisichella, haciendo hincapié en que ‘la Misión Metrópolis’ desea llegar a cuantos viven la fe, pero a menudo sin tener conciencia de la peculiaridad que la misma fe infunde en los estilos de vida. Así como llegar a cuantos, aun alejados de la fe, se sienten atraídos por la persona de Jesucristo, para que en Él encuentren también a su Iglesia».
Fuente: www.radiovaticana.org
