En
sus días veraniegos en la residencia de Castel Gandolfo
En
estos días de descanso, Benedicto XVI prepara su nuevo libro sobre Jesús, sus
viajes apostólicos a España y Alemania, así como el quincuagésimo aniversario
de la inauguración del Concilio Vaticano II.
El
pontífice transcurre las vacaciones de verano por segundo año consecutivo en
Castel Gandolfo, la residencia pontificia situada a unos 30 kilómetros al sur
de Roma, pues en ella puede contar con un ambiente conocido y adaptado a la
pasión de su vida: el estudio y la escritura sobre cuestiones de teología.
El
pontífice ha traído muchos libros y documentos del Vaticano para la preparación
de sus viajes a Madrid, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (del 18
al 21 de agosto), así como a su tierra natal, donde visitará del 22 al 25 de
septiembre Berlín, Erfurt, Etzelsbach y Friburgo.
“L'Osservatore
Romano” confirma en la edición italiana del 22 de julio que en estas vacaciones
su “compromiso prioritario está dirigido a preparar la redacción de la
conclusión de la obra de sobre Jesús de Nazaret, dedicada a un análisis de los
Evangelios de la infancia”.
Se
trata del tercer volumen de esta serie de gran éxito editorial, tras los dos
presentados en abril de 2007 y en marzo de 2011.
El
mismo diario vaticano revela que el papa trabaja sobre otro tema que le suscita
gran interés: “la reflexión sobre la fe, mientras se acerca el quincuagésimo
aniversario de la apertura del Vaticano II (11 de octubre de 1962), en el que
Joseph Ratzinger participó desde el inicio”.
El
interés de Benedicto XVI sobre la virtud teologal de la fe es significativo,
pues ya ha dedicado dos encíclicas a las otras dos virtudes teologales, la
caridad y la esperanza, “Deus caritas est” (25 de diciembre de 2005) y “Spe
salvi” (30 de noviembre de 2007).
Además
del tiempo dedicado al estudio y la escritura, el obispo de Roma dedica sus
jornadas a la oración, la atención a la naturaleza y el descanso.
Al
mismo tiempo, sigue atendiendo al gobierno de la Iglesia con encuentros de
trabajo, en particular con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado,
y otros prelados, o recibiendo en audiencia a visitantes, como sucedió con el
primer ministro de Malasia, el 18 de julio.
En
general, en la tarde, aprovecha un momento para pasear en los jardines de la
residencia pontificia, acompañado de su secretario particular, monseñor Georg
Gänswein, que suelen concluir con el rezo de la oración mariana del Rosario
ante una imagen de la Virgen.
Fuente: zenit.org
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