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La Conferencia Episcopal Boliviana esta mañana en conferencia de prensa se ha pronunciado acerca de importantes temas coyunturales que se suscitan en el país. El TIPNIS, Derechos humanos y justicia, el Censo 2012.
Los Obispos de Bolivia, reunidos en el Consejo Episcopal Permanente, hemos compartido la preocupación que nos han transmitido varios grupos y sectores de la Iglesia y la sociedad, respecto a algunos aspectos de la realidad actual de Bolivia y ofrecemos nuestra palabra desde los criterios de la fe cristiana.
Consulta TIPNIS
Hemos seguido con atención y preocupación el curso de la consulta en el TIPNIS contando con la visión de agentes de pastoral que trabajan en esa región y con la opinión de algunos delegados que han realizado una visita y han entrado en contacto con representantes de las diferentes comunidades. La mayor inquietud que ellos expresan es la división que se ha suscitado entre los habitantes del lugar, entre los que apoyan la consulta y aquéllos que la resisten.
Esta división ha sido fomentada a través de “regalos” o “reconocimientos” a comunidades que apoyan la consulta, o por el establecimiento de dirigencias paralelas de las organizaciones indígenas, hecho que amenaza cada vez más la armonía y convivencia pacífica de esas comunidades. Esta situación nos interpela como pastores llamados a pregonar y velar por la unidad y ayudar a evitar toda división. La Palabra nos interpela: “Nadie busque su interés, sino el de los demás” (Fil 2,4)
En continuidad con nuestros anteriores pronunciamientos, llamamos una vez más a las autoridades de Gobierno, a retomar el camino de un verdadero diálogo con los dirigentes indígenas, basado en la verdad y el bien común, el respeto mutuo, el cuidado del medio ambiente para las presentes y futuras generaciones, la preservación de la unidad de los habitantes del TIPNIS y en sumisión a la Constitución Política del Estado.
Derechos humanos y justicia.
Vemos hechos consumados que nos alarman de aquella situación que ya denunciábamos en nuestra Carta Pastoral del mes de marzo del 2011: “ Una mirada a fondo a nuestro país muestra que, en la práctica, no sólo algunas personas sienten que van perdiendo libertades, sino que éstas se recortan en muchos casos mediante la retardación de justicia, la intimidación y el uso inicuo de la coerción estatal y del aparato judicial, creando un clima de inseguridad personal que provoca el silencio y a veces hasta el abandono de la patria, al no encontrar suficientes garantías de un juicio justo e imparcial dentro de ella” . Este escenario, lejos de mejorar, ha ido empeorando, poniendo en grave riesgo la vigencia de los derechos humanos y la institucionalidad.
Muchas personas se sienten perseguidas por expresar un pensamiento disconforme con el proyecto político instaurado en el país, y lo más aberrante es que se utilice a la justicia para tal cometido. Un ejemplo de esta situación general es la demanda judicial que autoridades gubernamentales han instalado en contra de tres medios de comunicación. Nosotros, junto a numerosas voces de la sociedad civil, reafirmamos nuestro rechazo a esta medida y pedimos que se actúe de acuerdo a la vigente Ley de Imprenta.
Muchas otras personas, encarcelados, exilados, refugiados políticos, están sufriendo porque no hay garantía de un justo juicio y por la retardación de justicia. Es urgente que el ejercicio de la justicia sea libre de condicionamientos de tipo económico, social y político, no para la impunidad sino para garantizar juicios imparciales que establezcan la verdad de los hechos. Nos permitimos también sugerir, en aras de crear un clima de paz en el país, hacer un gesto de reconciliación, como un indulto o la amnistía a favor de esos hermanos. Continuar con esa instrumentalización de la justicia resquebraja seriamente las bases democráticas de nuestra convivencia que tanto esfuerzo han costado a muchas personas e instituciones y además proyecta una imagen negativa ante el mundo acerca de la vigencia de los derechos y libertades fundamentales en nuestro país.
Censo 2012
Hace algunas semanas se ha hecho conocer la fecha de realización de este importante acontecimiento además de la boleta que será usada con este fin. Al respecto, consideramos que el Censo es un instrumento indispensable para reflejar nuestra realidad lo más fielmente posible y, en base a la misma, elaborar políticas públicas en bien de toda la población, en especial de los más pobres. En ese entendido animamos a la ciudadanía a apoyar y participar en conciencia en esta jornada, cumpliendo la normativa establecida y facilitando el trabajo del personal desplegado con este fin.
Para lograr los fines propuestos, el Censo debe ser un instrumento que manifieste de forma objetiva la realidad en todos los ámbitos de la vida de las personas y la sociedad boliviana, incluyendo aspectos tan delicados como la identidad religiosa y sociocultural.
Consideramos que la dimensión espiritual y religiosa es parte fundamental de la realidad boliviana que no puede ser desatendida y desconocida, aun en un Estado laico.
Respecto a los datos de pertenencia o no a una determinada nacionalidad o pueblo indígena, es importante salvaguardar el derecho de la población a autoidentificarse con libertad, utilizando la terminología que ella considere más adecuada y que de ninguna manera puede ser denigrante. En ese sentido defendemos la vigencia en nuestro país de una cultura mestiza y el derecho de la población a identificarse con ella.
Velando por el mejor aprovechamiento de este instrumento de desarrollo humano y tratándose de un operativo que requiere el empleo de importantes recursos humanos, financieros y de infraestructura, llamamos a la ciudadanía a ejercer un control social al proceso del Censo y, particularmente, sobre el uso transparente y responsable de la información recabada, por parte de las autoridades y servidores públicos.
Frente a las situaciones de conflicto que vivimos y otras que se anuncian, llamamos una vez más a deponer actitudes intransigentes de las partes y a retomar el camino del diálogo responsable como único camino que permite soluciones verdaderas y duraderas.
Elevamos nuestras oraciones a Dios, Padre de todos, y a Jesucristo, Señor de la Historia, para que su Espíritu encuentre acogida en todos los bolivianos, nos edifique en la verdad “que nos hace libres” (Cfr. Jn 8,32), nos anime en la convivencia fraterna y justa, y nos fortaleza en el servicio a nuestros hermanos.
Mons. Oscar Aparicio
Secretario General de la
Conferencia Episcopal Boliviana
La Paz, 17 de septiembre de 2012
Fuente: http://www.iglesiaviva.net
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