(Audio) Un ataque suicida contra la iglesia católica de Bauchi, en el norte de Nigeria, donde se celebraba el servicio religioso dominical, causó la muerte ayer de al menos a dos personas, mientras 46 resultaron heridas. Según el portavoz de la Policía local, las víctimas mortales son tres puesto que también murió el autor del ataque. El terrorista suicida falleció tras la detonación de su automóvil cargado de explosivos en la entrada de la iglesia de San Juan, en un barrio de la capital del Estado del mismo nombre.
Hasta el momento ningún grupo se ha responsabilizado del atentado, mientras Bauchi y toda la región del norte de Nigeria sigue siendo escenario frecuente de ataques de la secta islamista Boko Haram contra diversas comunidades cristianas. Boko Haram, cuyo nombre significa en lengua local "la educación no islámica es pecado", lucha presuntamente por imponer la ley islámica en el país africano, de mayoría musulmana en el norte y de preponderancia cristiana en el sur.
El hecho se produjo dos días después de que la Fuerza de Acción Conjunta del Ejército nigeriano anunciara la muerte de dos líderes de esta secta radical en Maiduguri, bastión de la organización en el Estado de Borno. Cabe destacar que desde el año 2009, cuando la Policía acabó con el líder de Boko Haram, Mohammed Yusuf, los radicales han llevado a cabo una sangrienta campaña que se ha cobrado ya unas 1.400 vidas, según los datos de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch.
Por su parte, el Cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en una entrevista concedida al periódico español “La Vanguardia” afirma que “la persecución o las dificultades que sufren los cristianos en distintos países es ciertamente una cuestión importante para la Santa Sede desde siempre, no sólo por el bien de los cristianos sino también de las naciones a las que pertenecen y a cuyo bien contribuyen de diversas maneras”. “Por eso –afirmó el Purpurado– es tan importante la libertad religiosa, que está en la base del respeto de los demás derechos humanos”. A la vez que reiteró que “la promoción de la libertad religiosa es la mejor garantía para el progreso de la sociedad”.
Ante la pregunta de si los cambios en el mundo árabe son un riesgo para el cristianismo, el Cardenal Secretario de Estado afirmó que “la realidad en cada país es distinta, pero es verdad que la situación de los cristianos en algunos países no ha mejorado y se percibe el miedo de cara al futuro, que se está definiendo aún”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
Fuente: www.radiovaticana.org
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