"Al iniciar este año le pido a nuestra Madre, la Virgen María, que ilumine a las familias y de manera especial a la mujer, que nos haga descubrir a los ídolos para dejarlos de lado, que siembre en nuestros corazones esa paz para no tenerle miedo al dolor y al sufrimiento", reflexionó el Cardenal Juan Luis Cipriani en la primera Santa Misa del 2013 que presidió en la Basílica Catedral de Lima el martes 01 de enero, Solemnidad de María, Madre de Dios.
Mencionó la importancia de la presencia de María en la Iglesia, en la familia y en la mujer. Pidió de manera especial que este año que iniciamos proteja a todas las familias.
"Nos acercamos a ella para pedirle que limpie a la sociedad de esa oscuridad que muchas veces atropella ese mínimo de respeto por el pudor, por la santa pureza, por la castidad, por una vida limpia. Le pedimos a ella porque hace falta una gran reacción que esté liderada por la mujer, mirando a María, para que vuelva a ofrecernos lo que destaca en la mujer: el amor, la ternura, la fortaleza, la fidelidad, el criar a los hijos", expresó.
"Madre nuestra, ilumina el 2013 para que la mujer y la familia sean respetados y protegidos, en ese sentido de tu proyecto divino de un hombre y una mujer, amor conyugal para toda la vida. De esa manera, todo el proyecto educativo, el proyecto de desarrollo económico, el proyecto de inclusión social, el proyecto de igualdad, el proyecto de la paz social y de la seguridad ciudadana, todo, pueda ir bien si se tiene esa referencia del hogar", prosiguió.
Pidió a los medios de comunicación, a los políticos, a los empresarios y a todas las instituciones a estar siempre pendientes del desarrollo de la familia en el trabajo, en el colegio y en la sociedad.
Animó también a desmantelar toda esa organización mundial, nacional y local que pretende destrozar la referencia moral que nos ayuda a diferenciar lo que está bien y lo que está mal.
"Padre y madre son el cauce por el cual llega la vida y la vida hay que cuidarla desde su concepción hasta la muerte natural. Papá y mamá viven para eso, si no viven para eso no tienen razón de ser. Junto a ese cuidar la vida viven para educar a sus hijos, desde esa ternura pequeña al recién nacido y a lo largo de todo el proceso que va formando el temperamento, la manera de ser y de pensar de los hijos", afirmó.
"Tenemos que recuperar, fortalecer, confiar y pedirle a la Madre de Dios que nos enseñe que la familia es el núcleo. Ese es el lugar, por eso el ataque del demonio y de quienes le hacen juego al demonio, dividiendo a la familia por el trabajo, dividiendo ese amor del padre y de la madre con teorías ajenas a la razón", continuó.
En otro momento, exhortó a que en este Año de la Fe nuestros ojos vean con más profundidad para descubrir, en medio de todas las dificultades, que en el fondo de nuestro corazón hay un anhelo y una nostalgia muy grande de felicidad que es Dios.
"Con estas reflexiones nos ponemos en manos de María y les deseo a todos ustedes un Feliz Año 2013 en familia, cuidando a los hijos, mirando a Jesús llenos de paz y alegría", finalizó.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani, Monseñor Adriano Tomasi, OFM, Obispo Auxiliar de Lima; el padre Paulo Piérola y el padre Franco Rivas.
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