El Arzobispo de
Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa, llamó a los venezolanos a renovar el
amor a la Eucaristía y poner fin a la violencia que hay en el país, como la que
desangra en estos días la cárcel El Rodeo I y II.
"Cristo
Sacramentado nos exige deponer la violencia y luchar contra ella, para
que cese ese baño de sangre que corre por las calles de Venezuela
permanentemente, para que se realice una profunda e inmediata transformación
penitenciaria que termine con las continuas muertes en nuestras cárceles",
afirmó el Purpurado el 26 de junio durante la Misa de clausura del
Congreso Eucarístico Nacional.
Luego de diez
días del inicio de las revueltas en los pabellones I y II de la cárcel El
Rodeo, los presos denuncian que hay 160 muertos, una cifra muy superior a los
30 fallecidos que informa el Gobierno.
Asimismo, según
el Observatorio Venezolano de Prisiones, sin contar los incidentes en El Rodeo,
en el primer trimestre de 2011 murieron 124 personas en las prisiones
venezolanas, 22 por ciento más que en el mismo período de 2010.
Convivencia
y paz
Ante esto, el
Cardenal Urosa llamó a los cristianos "a hacer de nuestras comunidades en
todo el país un ambiente de concordia y convivencia social".
"Cristo
Sacramentado es ‘pan de vida para Venezuela’,
afirmó el Arzobispo, y aseguró que la Eucaristía alimenta la fe, intensifica la
unión con Dios y da la fuerza para luchar por la libertad y la justicia, pues
"Él es el centro de la unidad de los cristianos, más allá de las
diferencias que podamos tener entre nosotros por circunstancias
coyunturales".
"El
Congreso ha puesto de relieve que cada cristiano está llamado a ser, como
Cristo, factor de unidad y portador de paz, de amor, de vida, para sus
hermanos", expresó.
El Arzobispo de
Caracas también exhortó a promover en las familias y comunidades católicas las
vocaciones al sacerdocio
y a la vida consagrada, porque "sin sacerdocio no hay Eucaristía"
y "sin vida consagrada nos falta el testimonio de la adoración religiosa y
de la entrega generosa del Señor a los más necesitados".
"Por ello
hemos de orar intensamente al Señor para que nos conceda abundantes ministros
del Altar, que realicen en todas partes el maravilloso portento de la Eucaristía,
y que quieran entregarse a Dios Padre como lo hizo Jesucristo, para que el
mundo viva; religiosos y religiosas que hagan presente en el mundo el
testimonio del amor de Cristo sacramentado", afirmó.
Fuente: www.aciprensa.com
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