El Obispo de
Celerina, Mons. Athanasius Schneider, explicó desde Roma que en su país,
Kazajstán, los católicos son realmente una minoría orgullosa de ser herederos
del desafío de la Evangelización.
En una
entrevista concedida a EWTN Noticias el 24 de junio, Mons. Schneider señaló que
en Kazajstán "los cristianos somos una minoría entre la mayoría de los
musulmanes y entre los cristianos, la mayoría son ortodoxos rusos y los
católicos son más o menos un uno o dos por ciento".
Indicó que la
alegría de los cristianos de su país es enfrentarse al desafío de la
Evangelización.
"Somos los
herederos de la iglesia subterránea, ésta es nuestra gloria y nuestra tarea,
nuestro reto de vivir esta herencia que hemos recibido de los mártires. Ahora
tenemos el reto de implantar la Iglesia a través de su estructura visible
dentro de este contexto".
Recordó que el
Régimen de Stalin acabó con la vida de numerosos católicos, y ahora
"tienen el desafío también de la primera evangelización, porque hay mucha
gente que no conoce a Cristo".
Asimismo, indicó
que entre los diversos cultos que conviven en el país, "nosotros vivimos
en un contexto pacífico con otras religiones".
En este momento,
"los retos son la formación de sacerdotes nativos, de las familias
cristianas, y de la evangelización a través del testimonio de la presencia de
nuestras vidas asistiendo a la sacralidad, a la belleza de la Iglesia católica,
y a la fe", concluyó.
La Iglesia
Católica en Kazajstán
Kazajstán formó
parte de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), de la
cual se independizó en el año 1991.
José Stalin, el
máximo líder de la URSS y del Partido Socialista de la Unión Soviética ordenó
la deportación a Kazajstán de miles de cristianos alemanes, polacos y
ucranianos.
Los
transportaban en trenes y los abandonaban en la estepa en campos de trabajo, de
modo que muchos no lograron sobrevivir.
El último Papa
en visitar Kazajstán fue el Beato Juan Pablo II el año 2001.
Fuente: www.ewtnnoticias.com
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