Un coche bomba explotó hoy aproximadamente a las 05:00 a.m. (hora local) junto a la iglesia siro-católica de la Sagrada Familia
de la ciudad de Kirkuk, en Irak, dejando unos 20 heridos entre
cristianos y musulmanes entre los que se encontraban niños y una
religiosa.
La policía informó que también se encontraron otras dos bombas cerca a
otras dos iglesias que afortunadamente fueron desactivadas a tiempo.
El subjefe de la Policía de Kirkuk, el teniente general Torhan
Abdulrahman, indicó a la agencia Reuters que se trata de "un ataque
coordinado perpetrado de forma simultánea contra varias iglesias".
En declaraciones a Radio Vaticana, el Arzobispo de Kirkuk, Mons.
Louis Sako, explicó que estos hechos coinciden con el inicio del mes del
Ramadán que celebran los musulmanes.
"Es un pecado asesinar a personas inocentes aún más durante este mes
¿por qué lo hacen?, ¡no se sabe! Hay otras vías: existen las demandas y
derechos de reivindicar, ¡hay otros caminos diferentes a las bombas y a
las explosiones!", clamó.
El templo siro-católico de la Sagrada Familia
se ubica en una zona muy poblada y pobre al norte de Kirkuk. El
Arzobispo señaló que con el estallido de la bomba muchas casas y autos
resultaron destruidos.
"He ido a ver la iglesia y a visitar a los heridos al hospital: los
heridos son cristianos y musulmanes: Es algo horrible", lamentó el
Prelado luego de manifestar su solidaridad a los afectados, algunos de
los cuales están en estado grave.
Finalmente el Arzobispo lanzó un llamado de paz: "este es un mes de
oración, un mes de ayuno, un mes de conversión… ¡Esperemos que este sea
el último acto de violencia!"
Los extremistas musulmanes en Irak tienen como uno de sus blancos
principales a los cristianos. El atentado de hoy se suma a una larga
lista de ataques sufridos por esta minoría que conforma aproximadamente
el 1 por ciento de la población total.
Fuente: aciprensa.com
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