Gran entusiasmo y acogida en todo el mundo de las 60 horas de adoración por la santificación de los sacerdotes, en acción de gracias por el sacerdocio y por el don de Benedicto XVI a la Iglesia.
Para celebrar el sexagésimo aniversario de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI, el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Mauro Piacenza invita a la Iglesia en todo el mundo a prepararse para el próximo 29 de junio con sesenta horas de adoración eucarística, en acción de gracias por el Papa, por la santificación de los sacerdotes y para obtener de Dios el don de nuevas y santas vocaciones.
El purpurado que ha enviado una carta a todos los obispos del mundo, explica, en una entrevista de Roberto Piermarini, el sentido de esta propuesta de su dicasterio para festejar los sesenta años de sacerdocio del Santo Padre:
La Congregación - siendo para el Clero - siente de forma particular evidentemente, una celebración como ésta, es decir la ordenación sacerdotal. Nos preguntamos cuál podía ser el regalo más útil y el que más agradara para esta ocasión de conmemoración de ordenación. La respuesta es fácil. Nada es más precioso que la oración. Por lo que respondimos en este sentido. Escribimos pues a todos los obispos del mundo, también ante la Jornada anual de santificación sacerdotal, que cada año se celebra con distintas opciones de fechas y que generalmente coincide con el Sagrado Corazón. Este año, es el primero de julio, por lo que ‘abraza’ – diríamos – la fecha del Santo Padre. Escribimos esta carta para pedir 60 horas, como los años de ordenación del Santo Padre. 60 horas de oración intensa ante el Santísimo, de adoración, promovidas en cada diócesis, por los sacerdotes de esas diócesis. La intención es, naturalmente, la de agradecer al Señor por el sacerdocio en sí; agradecer por el don de Benedicto XVI a la Iglesia y al mundo y, de alguna manera ‘abrazarlo’ en un clima de comunión profundamente motivado y cariñoso: pedir la santificación del clero, que el Papa lleva en su corazón y que constituye ciertamente un elemento impulsor de toda la nueva evangelización.
El Cardenal Piacenza hace hincapié en el alcance y entusiasmada participación que está obteniendo esta iniciativa:
«Pensemos que estamos ante unas 3.100 diócesis que se han movilizado. Además en cada diócesis hay realidades como monasterios, casas religiosas, centros, casas de espiritualidad y otras, que a su vez irán multiplicando estas horas... llegando a unas 186 mil horas de adoración. Claro que no se trata de cálculos matemáticos, sino que pensar en estos números ayuda ciertamente a propagar la esperanza y el entusiasmo. Tampoco se debe olvidar la gran energía que la evangelización puede recibir gracias a la adoración. Cada momento transcurrido con el Señor vivo y verdadero - en la Eucaristía – es un don para todos los hombres y este estar ante el Señor es evangelización. La evangelización se realiza ya en la adoración: se evangeliza adorando y debemos adorar evangelizando. Por ello, esperamos que este regalo lleve consigo una gran riqueza para toda la Iglesia. Y lo que más anhela el Santo Padre es la santidad de los miembros de la Iglesia».
Fuente: www.radiovaticana.org
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