El Arzobispo de París y Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF), Cardenal André Vingt-Trois, advirtió que la llamada "ideología de género" de moda en algunos ambientes, es una representación "oscura y siniestra" de la sexualidad humana.
En una entrevista concedida a la Radio católica Notre Dame, el Cardenal comentó sobre la inclusión de la ideología de género en los manuales de asuntos sociales de todas las clases de première (que corresponde al penúltimo año de la secundaria donde la edad promedio es de 16 años) obligatorias a partir del año escolar 2011-2012.
Esta ideología, explicó el Cardenal, no tiene ninguna valoración del aspecto afectivo de la sexualidad humana, en cambio "aborda la experiencia humana en este campo de manera puramente mecánica, con la premisa de que la orientación sexual es una construcción puramente cultural".
El diario vaticano L’Osservatore Romano (LOR), que recoge en su edición del martes 21 de junio las declaraciones del Cardenal, explica que la ideología de género nació en Estados Unidos hace unos 30 años, se desarrolló luego en Europa siguiendo "líneas particulares del feminismo primero y luego del pensamiento homosexual".
Esta ideología, según LOR, "pretende afirmar que en el mundo moderno la diferencia entre hombre y mujer es un hecho social (una ‘construcción’) antes que algo biológico. De esa forma la orientación sexual –y con ello la identidad de género y el papel del género– contaría más que el sexo biológico".
El Arzobispo de París dijo también que con la ideología de género incluida en la educación de los jóvenes franceses se propone "una sexualidad que se reduce a las relaciones sexuales, sin considerar cómo éstas están articuladas en el desarrollo de una persona".
"Las autoridades buscan una educación sexual "centrada exclusivamente en las enfermedades sexualmente transmisibles, en dar consejos sobre como evitarlas, en la interrupción del embarazo (aborto), que representa la ‘llave maestra’" del programa.
Este es uno de los aspectos más "tristes" de los manuales, continuó, porque "cuando los educadores no logran generar una verdadera introducción a la vida afectiva, son reducidos a hacer de ella un tema de ciencias naturales".
El Cardenal subrayó finalmente la importancia de ayudar a los jóvenes a comprender que su sexualidad y energía afectiva no constituyen simplemente un fenómeno hormonal sino que es algo constitutivo de la persona que debe crecer armoniosamente "y siempre al interior de una auténtica relación humana".
Fuente: www.aciprensa.com
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