Domingo,
11 dic (RV).- En este Domingo de la alegría, Benedicto XVI salió del
Vaticano, a las nueve de la mañana, para visitar la parroquia romana
dedicada a Santa María de las Gracias, que se encuentra en la periferia
de la diócesis del Papa. El primer encuentro fue con los niños, que lo
estaban esperando en el patio de la moderna iglesia, que se inauguró
hace un año medio, y que lo acogieron con gran entusiasmo, aplausos y
cantos. Sonriendo, el Santo Padre agradeció con emoción la alegre
bienvenida y el cariño recibido e improvisó unas palabras. Una
invitación a permanecer siempre en contacto con Dios y sus mejores
deseos de alegría para la Navidad:
Palabras de Papa a los niños presentes (Audio)
Queridos niños
Les deseo a todos un feliz domingo. Sabemos que la Navidad está cerca: preparémonos no sólo con los regalos, sino con nuestro corazón. Pensemos que Cristo, el Señor, está cerca de nosotros, entra en nuestra vida y nos da luz y alegría. San Pablo en la Carta a los Tesalonicenses hoy dice: “Recen sin cesar”. Naturalmente, no quiere decir que tenemos que decir siempre palabras de oración, significa que no tenemos que perder el contacto con Dios en nuestro corazón. Si este contacto está, hay alegría. Les deseo a todos la alegría de la Navidad y toda la alegría de la presencia de Jesucristo Niño que es Dios en nuestro corazón. Felicidades! Feliz domingo y Feliz Navidad ahora!
En su homilía, Benedicto XVI hizo hincapié en la importancia de «fortalecer la fe ante los peligros e insidias, que pueden amenazarla en estos tiempos». Tras alentar a «superar los límites del individualismo, de la cerrazón, de la fascinación del relativismo, así como la atracción que ejercen formas de sentimiento religioso, que explotan las necesidades y los anhelos más profundos del alma humana, proponiendo perspectivas de fáciles pero ilusorias satisfacciones», el Papa puso de relieve la alegría y la belleza del testimonio de la caridad de Cristo, que nos apremia, y de la misericordia divina:
«Han visto llegar a muchas personas en dificultad y en situaciones de malestar, que necesitan su ayuda material, pero también y sobre todo vuestra fe y vuestro testimonio como creyentes. Hagan de forma que el rostro de esta comunidad pueda expresar siempre concretamente el amor de Dios rico de misericordia, invitando a todos a acercarse a Él con confianza».
Dirigiendo luego «una palabra de cariño y de amistad», en especial a los queridos jóvenes, Benedicto XVI aseguró que alienta a la juventud y que la Iglesia cuenta con los jóvenes:
«El hoy y el mañana de la historia y el futuro de la fe están encomendados, en particular, a las nuevas generaciones. La Iglesia cuenta mucho con su entusiasmo, con la capacidad de los jóvenes de mirar hacia adelante, de estar animados por ideales y con su anhelo de radicalidad en las opciones de la vida. La Parroquia les acompaña y quisiera que percibieran también mi aliento».
Palabras de Papa a los niños presentes (Audio)
Queridos niños
Les deseo a todos un feliz domingo. Sabemos que la Navidad está cerca: preparémonos no sólo con los regalos, sino con nuestro corazón. Pensemos que Cristo, el Señor, está cerca de nosotros, entra en nuestra vida y nos da luz y alegría. San Pablo en la Carta a los Tesalonicenses hoy dice: “Recen sin cesar”. Naturalmente, no quiere decir que tenemos que decir siempre palabras de oración, significa que no tenemos que perder el contacto con Dios en nuestro corazón. Si este contacto está, hay alegría. Les deseo a todos la alegría de la Navidad y toda la alegría de la presencia de Jesucristo Niño que es Dios en nuestro corazón. Felicidades! Feliz domingo y Feliz Navidad ahora!
En su homilía, Benedicto XVI hizo hincapié en la importancia de «fortalecer la fe ante los peligros e insidias, que pueden amenazarla en estos tiempos». Tras alentar a «superar los límites del individualismo, de la cerrazón, de la fascinación del relativismo, así como la atracción que ejercen formas de sentimiento religioso, que explotan las necesidades y los anhelos más profundos del alma humana, proponiendo perspectivas de fáciles pero ilusorias satisfacciones», el Papa puso de relieve la alegría y la belleza del testimonio de la caridad de Cristo, que nos apremia, y de la misericordia divina:
«Han visto llegar a muchas personas en dificultad y en situaciones de malestar, que necesitan su ayuda material, pero también y sobre todo vuestra fe y vuestro testimonio como creyentes. Hagan de forma que el rostro de esta comunidad pueda expresar siempre concretamente el amor de Dios rico de misericordia, invitando a todos a acercarse a Él con confianza».
Dirigiendo luego «una palabra de cariño y de amistad», en especial a los queridos jóvenes, Benedicto XVI aseguró que alienta a la juventud y que la Iglesia cuenta con los jóvenes:
«El hoy y el mañana de la historia y el futuro de la fe están encomendados, en particular, a las nuevas generaciones. La Iglesia cuenta mucho con su entusiasmo, con la capacidad de los jóvenes de mirar hacia adelante, de estar animados por ideales y con su anhelo de radicalidad en las opciones de la vida. La Parroquia les acompaña y quisiera que percibieran también mi aliento».
radiovaticana.org
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