“Convertirse
es abrir tu libertad a otro, en este caso ese otro es Dios. Es abrir tu
corazón, tu entendimiento y tu inteligencia al Señor. Es decirle a Jesús Entra
tú y enséñame a vivir”, reflexionó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el
programa Diálogo de Fe del sábado 27 de agosto.
El Arzobispo de
Lima recordó el ejemplo de conversión que representa San Agustín y la fuerza de
la fe de Santa Mónica, su madre, cuyas fiestas se celebran en estos días.
Mencionó que la
Iglesia reconoce en Santa Mónica la fe de una mujer que contra toda esperanza
cree en la acción de la gracia, quien cree que Dios puede convertir siempre a
todos los corazones, y le infunde a San Agustín un lenguaje: el amor de Dios.
“Santa Mónica es
una madre llena de fe y esa fe le da esa sabiduría humana, desde esa confianza
en Dios y desde ese amor a su papel de ser madre; desde esa fe y desde esa
fidelidad brota una sabiduría que más que sermones, castigos es un permanente
estar al lado de su hijo”, manifestó.
Reconoció también
que la tarea de una madre es una extraordinaria muestra de su amor a Dios y que
se refleja en el amor incondicional a su hijo, “porque la madre perdona donde
no perdona nadie más, espera contra toda esperanza, no tiene horarios, sufre
ante cualquiera dificultad pero está siempre con su hijo, por eso tienen una
fortaleza interior”.
Yo lo centraba en
la prédica lo que fue su amor a los demás, era un hombre que sabía amar, quien
con su mirada y su gesto reunió al mundo entero.Yo personalmente le pedía a él
Ayúdame, enséñame a querer a todos con sus diferencias y con sus
dificultades.
Del mismo modo,
señaló que la conversión San Agustín es gracias a la acción de la oración de su
madre y a la sinceridad de su vida en medio de todos sus errores. Es un ejemplo
para los jóvenes y todos aquellos que viven alejados del Señor y llega un
momento en que deciden dejar entrar al Señor en sus corazones.
El Cardenal
Cipriani exhortó a convertirse, invitando a Cristo y permitirle que entre en
nuestras vidas.
“Algunos dirán:
Pero eso es ser un borrego, un beato, un tonto, un oscurantista, que se deja
arrastrar, que se somete, que no quiere se libre. Yo creo que es todo lo
contrario, porque es tener el coraje de abrir tu libertad y dársela al autor de
la libertad: a Dios; es darle al que tiene todo el poder pero que no lo usa si
tú no lo invitas. No te va a quitar la verdad, no te va a quitar la libertad,
pero te va a dar clases de lujo para ser mejor persona”, comentó.
En otro momento,
manifestó su pena por todo lo sucedido en los últimos días entre el Arzobispado
de Lima y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
“No hay derrotas
ni victorias. Hay que dejar de lado la soberbia y el orgullo. Hay que tender
puentes, hay que buscar el bien. El país está buscando paz, el país está
buscando un desarrollo para todos, una familia unida y cerca de Dios”, expresó.
“Todo esto nos
lleva a decir Qué bueno es Jesús. Quitémonos el velo de los ojos, quitémonos la
soberbia de la mente, vayamos por caminos de paz y entendimiento, pero siempre
que reine la verdad y que reine el amor de unos por otros”, concluyó.
Oficina de Comunicación y Prensa
Jr. Chancay 282. Cercado de Lima. Tlf.: 203-7736
prensa@arzobispadodelima.org
www.facebook.com/arzobispadodelima
www.twitter.com/arzlima
No hay comentarios:
Publicar un comentario