Giuseppe Campisano ha recibido el firme apoyo de su obispo
El sacerdote Giuseppe Campisano, conocido por su oposición a la “mafia” calabresa, la Ndrangheta,
fue intimidado cuando el coche en el que viajaba recibió varios
disparos la noche del 29 al 30 de agosto en la ciudad italiana de
Calabria. Anteriormente había recibido ya amenazas telefónicas y cartas
acompañadas de balas.
Su obispo, monseñor Giuseppe Fiorini
Morosini, expresó públicamente su solidaridad con el sacerdote, párroco
de San Roque del municipio de Gioiosa Ionica, y le invitó a proseguir su
“ministerio precioso y apreciado de sacerdote dedicado a su misión
religiosa y social”.
El obispo de Locri-Gerace condenó firmemente “el gesto intimidatorio,
fruto de la cobardía de personas que no saben o no quieren afrontar los
problemas a través de la confrontación y el diálogo cívico”.
Al mismo tiempo, invitó a “todos los habitantes de Locride, creyentes
o no, a ampliar su conciencia cívica, que no puede ocultarse en un vil
anonimato cuando hay que afrontar los problemas”.
Según el obispo, es necesario “reafirmar nuestro compromiso por la
nueva evangelización en nuestro territorio y llamamos a todos los fieles
a una mayor coherencia entre su fe y su vida, recordando que la fe no
puede reducirse a una devoción exterior, sino que debe acoger la
invitación de Cristo a poner en práctica su palabra”.
El padre Campisano reveló a Radio Vaticano que “el
acontecimiento está relacionado con la fiesta de san Roque”, tras la
decisión tomada por el obispo y el sacerdote de dar un “rostro
religioso” a esta fiesta, hasta ahora “insignia de un paganismo
absoluto”.
El sacerdote explicó que “la fiesta empieza a las nueve y media de la
mañana y acaba unas doce horas más tarde, al anochecer, y ello es
escandaloso por el ruido de los tambores y por el baile, sobre todo de
los jóvenes, de todos los lugares de Locride”.
La fiesta de san Roque, que tiene mucho “nombre”, es objeto de una
“forma de poder y de control precisamente por la circulación, por el
flujo de dinero, porque la feria es enorme” y los mafiosos “pasan
sistemáticamente por todos los tenderetes para la extorsión”, denunció.
También cree que el gesto de intimidación responde a las jornadas
dedicadas a la legalidad organizadas delante de la iglesia: cuatro
tardes que han tenido un gran éxito y en las que “el tono ha sido muy
fuerte”.
Los disparos, precisó, tuvieron lugar a una hora en la que todavía hay mucha gente en la calle: “querían hacerse escuchar”.
Para el padre Campisano, Gioiosa Ionica se encuentra en “una zona
gris, muy peligrosa” y tiene una “zona negra, clara, conocida por todos
–conocemos los nombres y apellidos”, pero la “zona gris” es un “estilo
de vida, de connivencia con este tipo de personalidad y de mentalidad”.
Los que han “aceptado el mensaje evangélico”, “sostienen” a su
párroco y “colaboran”, y esto cuenta en este “pequeño resto”, añadió.
Respecto al miedo, el sacerdote confiesa que ha empezado poco a poco a
“vivir con” él y que hoy lo lleva mejor.
¿Pero cómo combatir la Ndrangheta? “Yo lo estoy intentando
con el Evangelio –respondió el padre Campisano-, con la animación de los
jóvenes, con la educación de los chicos, poniendo en marcha grupos
familiares en los que se tratan distintos temas; yo intento
evangelizar”.
“Otro instrumento que estoy proyectando adoptar es el de ir al
encuentro de las víctimas de la usura, que es otra terrible plaga
–añadió-. Soy muy optimista; si no, esto no valdría la pena: ¿qué
sentido tendría, después de 30 años, permanecer aquí para combatir y
luchar?”.
zenit.org
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