El Vicario Emérito para la Diócesis de Roma y expresidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Cardenal Camillo Ruini, señaló que el Beato Papa Juan Pablo II mostró al mundo que el hombre necesita con urgencia la misericordia, el perdón de Dios, porque constituye "el único y verdadero límite al mal en el mundo".
Así lo indicó el Purpurado en entrevista concedida a Radio Vaticana en ocasión del 2° Congreso Mundial de la Misericordia
que se inicia este fin de semana y concluye el 5 de octubre en
Cracovia, Polonia, en el Santuario de Łagiewniki, donde Santa Faustina
Kowalska, la apóstol vidente de la Divina Misericordia, vivió los últimos años de su vida.
Entre los eventos programados para este congreso, promovido también por el Cardenal Ruini, está una marcha en silencio por la paz hacia el campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau.
Para el Purpurado, "Juan Pablo II ha sido el gran apóstol de la misericordia de los siglos XX y XXI" que ha mostrado con su vida, sus palabras y escritos "el camino de la humanidad por el cual la misericordia de Dios hoy debe pasar".
"Hoy tal vez muchos no conocen ya más este tema de la misericordia,
pero la humanidad tiene particularmente necesidad de la misericordia de
Dios. También hoy la gente siente en el propio corazón que necesita el
perdón, que necesita la misericordia: la misericordia de Dios y ser
también hombres de la misericordia".
Tras destacar que todo el pontificado del Beato Papa Wojtyla estuvo
marcado por el tema de la misericordia, el Cardenal recordó que Juan
Pablo II experimentó esto durante toda su vida.
"Desde el tiempo del nazismo al del comunismo, hasta el tiempo en el
que fue Papa y debió combatir contra la secularización de Occidente.
Juan Pablo II fue verdaderamente –lo puedo decir por los años que fui su
colaborador– el hombre que ha testimoniado y puesto en práctica la misericordia de Dios hacia todos: los grandes y pequeños, los cercanos y lejanos".
aciprensa.com
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