«Yo nunca he sido tan feliz como lo soy en Medjugorje, y pretendo seguir
aqui porque me siento amada por Dios», explica la ex top model.
La top model polaca Ania Goledzinowska, novia de Paolo Enrico Beretta (sobrino de Silvio Berlusconi) dejó Italia hace tres meses para retirarse en el convento de la localidad mariana de Bosnia-Herzegovina y para dedicar su vida a la oración. Fue una de las caras de Chanel, la que en la fiesta de cumpleaños de 2008 de Berlusconi salió de un “regalo gigante” en bikini para cantar “Happy birthday” al presidente italiano.
Su vida cambió de la noche a la mañana
Pero Ania Goledzinowska sufrió una conversión radical («tenía una especie de alergia por los sacerdotes y por la Iglesia», durante un viaje a Medjugorje. La ex top model, en una entrevista con el Catholic Herald inglés, cuenta que nunca había sido verdaderamente feliz y que sufrió un periodo de depresión. «Tenía una vida privilegiada que ya no me gustaba, quería cosas simples, normales, hasta que una mañana llamé a un amigo y le pedí que me ayudara a regresar definitivamente a Medjugorje, de lo contrario me habría arrojado por la ventana: me fui de Italia con dos maletas y din decirle nada a nadie». Era el 25 de junio, a pocas horas del vuelo previsto hacia Cerdeña, en donde Ania tenía una cita en un programa de televisión; era el 30 aniversario de la aparición de la Virgen de Medjugorje.
«Ahora vivo en una comunidad mariana con sacerdotes y monjas, me despierto a las cinco, rezo el Rosario mientras subo el monte Podbrdo y luego vuelvo para asistir a misa, explica. Ofrezco mi ayuda a las hermanas para limpiar las habitaciones y los baños, planchando y cocinando. También tenemos un huerto y gallinas. Descanso por la tarde y a las siete continuamos con las oraciones. Muchos de mis amigos no entienden esta decisión, pero yo nunca he sido tan feliz como en estos tres meses y pretendo permanecer aquí, porque me siento amada por Dios y satisfecha por lo que hago». Ninguna nostalgia por las “fiestas exlusivas” ni por la ropa elegante: «Uso los “hábitos de la Providencia” que dejan aquí los peregrinos».
Su novio quedó muy sorprendido por su decisión
Su novio, «al principio le afectó mucho la decisión que tomó, durante dos semanas no supo en dónde estaba, nos vimos después de un mes, cuando decidí que me mudaría definitivamente a Medjugorje, y dijo que me entendía: durante tres años fue el único hombre que me respetó siempre». Sobre el “Happy birthday” para Berlusconi se limita a decir que «después de Medjugorje, hay muchas cosas que no volvería a hacer. Jesús salva a los pecadores como yo».
La ex modelo ahora trabaja en la asociación “Corazones puros” para aquellos que viven en castidad hasta el matrimonio. La señal para reconocerse: «anillos numerados». Y observa, sobre tantas conversiones de los “Vip” en Medjugorje, que «algunos lo hacen para obtener publicidad», pero «también están los que necesitan verdaderamente respuestas». Está convencida de que «el mundo de hoy esté buscando la verdad, porque vivimos en una falsa realidad». Una batalla contra «gente falsa, molestias, abusos, drogas y muchas otras cosas».
Considera que tuvo «que vivir cosas malas en el pasado para poder dar hoy el testimonio de que se puede cambiar y que la vida real es algo diferente». Se define como «la primera de las pecadoras» y ahora «no quiere perder el don de gozar la gracia de Dios».
Su vida cambió de la noche a la mañana
Pero Ania Goledzinowska sufrió una conversión radical («tenía una especie de alergia por los sacerdotes y por la Iglesia», durante un viaje a Medjugorje. La ex top model, en una entrevista con el Catholic Herald inglés, cuenta que nunca había sido verdaderamente feliz y que sufrió un periodo de depresión. «Tenía una vida privilegiada que ya no me gustaba, quería cosas simples, normales, hasta que una mañana llamé a un amigo y le pedí que me ayudara a regresar definitivamente a Medjugorje, de lo contrario me habría arrojado por la ventana: me fui de Italia con dos maletas y din decirle nada a nadie». Era el 25 de junio, a pocas horas del vuelo previsto hacia Cerdeña, en donde Ania tenía una cita en un programa de televisión; era el 30 aniversario de la aparición de la Virgen de Medjugorje.
«Ahora vivo en una comunidad mariana con sacerdotes y monjas, me despierto a las cinco, rezo el Rosario mientras subo el monte Podbrdo y luego vuelvo para asistir a misa, explica. Ofrezco mi ayuda a las hermanas para limpiar las habitaciones y los baños, planchando y cocinando. También tenemos un huerto y gallinas. Descanso por la tarde y a las siete continuamos con las oraciones. Muchos de mis amigos no entienden esta decisión, pero yo nunca he sido tan feliz como en estos tres meses y pretendo permanecer aquí, porque me siento amada por Dios y satisfecha por lo que hago». Ninguna nostalgia por las “fiestas exlusivas” ni por la ropa elegante: «Uso los “hábitos de la Providencia” que dejan aquí los peregrinos».
Su novio quedó muy sorprendido por su decisión
Su novio, «al principio le afectó mucho la decisión que tomó, durante dos semanas no supo en dónde estaba, nos vimos después de un mes, cuando decidí que me mudaría definitivamente a Medjugorje, y dijo que me entendía: durante tres años fue el único hombre que me respetó siempre». Sobre el “Happy birthday” para Berlusconi se limita a decir que «después de Medjugorje, hay muchas cosas que no volvería a hacer. Jesús salva a los pecadores como yo».
La ex modelo ahora trabaja en la asociación “Corazones puros” para aquellos que viven en castidad hasta el matrimonio. La señal para reconocerse: «anillos numerados». Y observa, sobre tantas conversiones de los “Vip” en Medjugorje, que «algunos lo hacen para obtener publicidad», pero «también están los que necesitan verdaderamente respuestas». Está convencida de que «el mundo de hoy esté buscando la verdad, porque vivimos en una falsa realidad». Una batalla contra «gente falsa, molestias, abusos, drogas y muchas otras cosas».
Considera que tuvo «que vivir cosas malas en el pasado para poder dar hoy el testimonio de que se puede cambiar y que la vida real es algo diferente». Se define como «la primera de las pecadoras» y ahora «no quiere perder el don de gozar la gracia de Dios».
religionenlibertad.com
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