O cómo el protestantismo del fundador del Barcelona, Han-Max Gamper,
influyó mucho en sus inicios, ante un Espanyol más bien católico.
El reciente libro que acaba de publicar Javier Barraycoa en LibrosLibres Historias ocultadas del nacionalismo catalán,
hay un capítulo curioso sobre los dos equipos de fútbol de la Ciudad
Condal que más rivalidad tienen entre sí desde hace más de un siglo:
Espanyol y Barcelona.
Y es una historia que tiene que ver con el sentido religioso en la fundación de los dos equipos de fútbol.
La historia arranca con los orígenes de los clubes de fútbol en los inicios del siglo XX, en Barcelona. En Cataluña hubo una explosión de sociedades deportivas que formaron sus equipos e iniciaban las primeras competiciones y rivalidades. Así nació la más clásica en la ciudad condal, entre el Fútbol Club de Barcelona y el Real Club Deportivo Espanyol.
Y es una historia que tiene que ver con el sentido religioso en la fundación de los dos equipos de fútbol.
La historia arranca con los orígenes de los clubes de fútbol en los inicios del siglo XX, en Barcelona. En Cataluña hubo una explosión de sociedades deportivas que formaron sus equipos e iniciaban las primeras competiciones y rivalidades. Así nació la más clásica en la ciudad condal, entre el Fútbol Club de Barcelona y el Real Club Deportivo Espanyol.
El Barça, un club de extranjeros protestantes
El Suizo Han-Max Gamper Haessing, fundó el Barcelona con la intención de que no pudieran jugar ni catalanes ni españoles, pues sólo dejó afiliarse a extranjeros protestantes: suizos, ingleses y alemanes. Como símbolo de identidad, impuso los colores blaugrana que eran los de su original cantón suizo protestante de Ticino y del club Basel, en que había jugado de joven. El club pretendía difundir los valores del fair play que según ellos hacían superiores a los europeos protestantes del norte que a los católicos latinos.
El Suizo Han-Max Gamper Haessing, fundó el Barcelona con la intención de que no pudieran jugar ni catalanes ni españoles, pues sólo dejó afiliarse a extranjeros protestantes: suizos, ingleses y alemanes. Como símbolo de identidad, impuso los colores blaugrana que eran los de su original cantón suizo protestante de Ticino y del club Basel, en que había jugado de joven. El club pretendía difundir los valores del fair play que según ellos hacían superiores a los europeos protestantes del norte que a los católicos latinos.
El Espanyol, un club para catalanes
El Real Club Deportivo Espanyol, fue fundado por unos estudiantes barceloneses con la intención de que pudieran jugar en él catalanes y españoles. La primera plantilla estaba compuesta toda por catalanes, dos vascos y un andaluz. En un principio jugaban con una camiseta amarilla, pero en 1910, un socio, Eduardo Corrons, propuso un cambio lleno de significación. La propuesta se concretó en cambiar la camiseta por los colores blaquiazules pues eran los que portaba en su escudo Roger de Llúria, que a su vez estaban tomados de la Inmaculada. La propuesta fue inmediatamente aceptada. El perfil de los socios del club siempre fue muy especial y ello llevó a que en la Guerra civil fueran asesinados 65 de sus socios.
El Real Club Deportivo Espanyol, fue fundado por unos estudiantes barceloneses con la intención de que pudieran jugar en él catalanes y españoles. La primera plantilla estaba compuesta toda por catalanes, dos vascos y un andaluz. En un principio jugaban con una camiseta amarilla, pero en 1910, un socio, Eduardo Corrons, propuso un cambio lleno de significación. La propuesta se concretó en cambiar la camiseta por los colores blaquiazules pues eran los que portaba en su escudo Roger de Llúria, que a su vez estaban tomados de la Inmaculada. La propuesta fue inmediatamente aceptada. El perfil de los socios del club siempre fue muy especial y ello llevó a que en la Guerra civil fueran asesinados 65 de sus socios.
religionenlibertad.com
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