por: Almas A.C.
Es importante que diferenciemos los diferentes tipos de la actividad genital:
1. Jugueteo infantil: con frecuencia sucede que los niños entre los 3-4 años presentan curiosidad respecto a su sexualidad, quieren saber cómo son los genitales y generalmente intercambian experiencias con los compañeros del jardín de niños. Esta experiencia es entre iguales, y generalmente el compañerito o compañerita se encuentran en la misma situación de curiosidad. A esta edad no se tiene consciencia de lo que implica “jugar” con sus genitales y, a veces recurren a la masturbación. Generalmente los niños no sienten culpa o malestar respecto a esta situación, sino hasta que se les dice que “está mal”.
2. Abuso sexual: es cuando alguien ejerce alguna facultad superior que tiene sobre otro con el fin de obtener algún tipo de gratificación genital; esta facultad puede ser: poder, superioridad en edad, valerse del afecto que la “víctima” siente por algún ser querido, valerse de la confianza depositada. Por ejemplo: un maestro con su alumno, un familiar de mayor edad sobre uno de menor, un “amigo” sobre otro.
La gravedad de este abuso se pudiera determinar por tres aspectos:
a. La actividad genital que se tiene (por ejemplo: es distinto un toqueteo ocasional sobre los genitales, un toqueteo frecuente, una penetración).
b. La clandestinidad o transgresión de la que se vale el abusador para lograr sus fines (por ejemplo: es distinto que un desconocido busque abusar de un niño, que el padre de familia abuse de la hija o del hijo).
c. La frecuencia de éstos eventos (por ejemplo: es distinto que suceda una ocasión, a que sea una actividad permanente). Evidentemente, mientras mayor frecuencia tenga, mayores serán los riesgos y la gravedad de este abuso.
Así mismo podemos distinguir diferentes tipos de abuso sexual:
a. Toqueteo: cuando el abusador frota o toca los genitales u otras partes del cuerpo, provocando una erotización (Ej: pene, vagina, senos, cadera, etc).
b. Incesto: cuando existe un abuso sexual dentro del núcleo familiar.
c. Violación: siempre que alguien emplea la fuerza para obtener una gratificación genital, incluso dentro del vínculo matrimonial.
Todas estas situaciones suceden mucho más frecuentemente de lo que pudiéramos imaginar. En la medida en la que tengamos presente que esto sucede, es en la medida en la que podremos evitarlo. Como mencionamos anteriormente son muy vastas las situaciones en las que puede suceder un abuso sexual, y así mismo, muy vastas las consecuencias de éstos eventos; ciertamente depende del tipo de actividad genital, del tipo de clandestinidad o transgresión en el que suceden y la frecuencia es la gravedad del evento. El daño se puede observar directamente en la forma de vincularse con los demás.
La principal herramienta con la que cuentas como padre y madre para evitar el abuso sexual, es fomentar la comunicación, la confianza y la apertura hacia tus hijos; además de la total disponibilidad cuando tus hijos quieran y pidan hablar contigo. En la medida en la que tus hijos sepan que ustedes son las personas que más le aman, y que por eso estarían dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de defender su integridad, es en la medida en la que ellos se sentirán fuertes para poder conscientizar, enfrentar y denunciar el abuso sexual.
Afortunadamente, los temas sexuales ya no son más un tabú entre la educación y la formación de los hijos (al menos no debería de serlo); y de ahí la URGENCIA de hablar esto con tus hijos en un tono natural; ustedes como padres deberán saber cómo dirigirse a ellos de acuerdo a su edad y a su capacidad de comprender las cosas. Así es que no tengan miedo, y ánimo, que en cuestiones de sexualidad, el tiempo es oro.
1. Jugueteo infantil: con frecuencia sucede que los niños entre los 3-4 años presentan curiosidad respecto a su sexualidad, quieren saber cómo son los genitales y generalmente intercambian experiencias con los compañeros del jardín de niños. Esta experiencia es entre iguales, y generalmente el compañerito o compañerita se encuentran en la misma situación de curiosidad. A esta edad no se tiene consciencia de lo que implica “jugar” con sus genitales y, a veces recurren a la masturbación. Generalmente los niños no sienten culpa o malestar respecto a esta situación, sino hasta que se les dice que “está mal”.
2. Abuso sexual: es cuando alguien ejerce alguna facultad superior que tiene sobre otro con el fin de obtener algún tipo de gratificación genital; esta facultad puede ser: poder, superioridad en edad, valerse del afecto que la “víctima” siente por algún ser querido, valerse de la confianza depositada. Por ejemplo: un maestro con su alumno, un familiar de mayor edad sobre uno de menor, un “amigo” sobre otro.
La gravedad de este abuso se pudiera determinar por tres aspectos:
a. La actividad genital que se tiene (por ejemplo: es distinto un toqueteo ocasional sobre los genitales, un toqueteo frecuente, una penetración).
b. La clandestinidad o transgresión de la que se vale el abusador para lograr sus fines (por ejemplo: es distinto que un desconocido busque abusar de un niño, que el padre de familia abuse de la hija o del hijo).
c. La frecuencia de éstos eventos (por ejemplo: es distinto que suceda una ocasión, a que sea una actividad permanente). Evidentemente, mientras mayor frecuencia tenga, mayores serán los riesgos y la gravedad de este abuso.
Así mismo podemos distinguir diferentes tipos de abuso sexual:
a. Toqueteo: cuando el abusador frota o toca los genitales u otras partes del cuerpo, provocando una erotización (Ej: pene, vagina, senos, cadera, etc).
b. Incesto: cuando existe un abuso sexual dentro del núcleo familiar.
c. Violación: siempre que alguien emplea la fuerza para obtener una gratificación genital, incluso dentro del vínculo matrimonial.
Todas estas situaciones suceden mucho más frecuentemente de lo que pudiéramos imaginar. En la medida en la que tengamos presente que esto sucede, es en la medida en la que podremos evitarlo. Como mencionamos anteriormente son muy vastas las situaciones en las que puede suceder un abuso sexual, y así mismo, muy vastas las consecuencias de éstos eventos; ciertamente depende del tipo de actividad genital, del tipo de clandestinidad o transgresión en el que suceden y la frecuencia es la gravedad del evento. El daño se puede observar directamente en la forma de vincularse con los demás.
La principal herramienta con la que cuentas como padre y madre para evitar el abuso sexual, es fomentar la comunicación, la confianza y la apertura hacia tus hijos; además de la total disponibilidad cuando tus hijos quieran y pidan hablar contigo. En la medida en la que tus hijos sepan que ustedes son las personas que más le aman, y que por eso estarían dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de defender su integridad, es en la medida en la que ellos se sentirán fuertes para poder conscientizar, enfrentar y denunciar el abuso sexual.
Afortunadamente, los temas sexuales ya no son más un tabú entre la educación y la formación de los hijos (al menos no debería de serlo); y de ahí la URGENCIA de hablar esto con tus hijos en un tono natural; ustedes como padres deberán saber cómo dirigirse a ellos de acuerdo a su edad y a su capacidad de comprender las cosas. Así es que no tengan miedo, y ánimo, que en cuestiones de sexualidad, el tiempo es oro.
almas.com.mx
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