“Que la paz, la tranquilidad y la luz resplandezcan en nuestra vida”

"Desde aquí le pido a Jesús: Abre esos corazones, la Iglesia como madre quiere sanar esas heridas, curar el pecado, aunque a veces tiene que cortar las ramas secas; y cuando persiguen a un discípulo persiguen a Cristo, cuando dañan a la Iglesia dañan a Cristo", expresó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de Fe del sábado 24 de septiembre de 2011.

El Cardenal Cipriani manifestó que su desacuerdo a la decisión tomada por la Asamblea Universitaria de la PUCP en la cual rechazan el pedido de la Santa Sede para modificar los estatutos de dicha casa de estudios.

Reiteró también que él no tiene ningún tipo de acción sobre la universidad y que el diálogo es entre las autoridades de la PUCP y la Santa Sede, quien ha propuesto enviar un visitador apostólico para llegar a un acuerdo.

"Por qué dicen que la autonomía se opone a estas normas que la Santa Sede le propone. ¿Entonces todas las universidades católicas en el mundo no son autónomas? Hace falta un poco de paciencia, el diálogo no es conmigo, es con la Santa Sede. El Santo Padre ha puesto su mano para ayudar y por eso va a enviar a un visitador apostólico. Creo que lo prudente habría sido esperar su venida para escucharlo", comentó.

"Es una falta elemental de prudencia pensar que la Santa Sede manipula o hace lo que quiere", continuó.

Mencionó que las expresiones hechas durante la manifestación de ayer en la PUCP fueron muy penosas e invocó a que exista una mayor prudencia para respetar a la Iglesia y a sus representantes. 

"Ha sido muy penoso el espectáculo que han dado ayer. Me siento sumamente agraviado por los insultos. No creo que sean de las autoridades pero sí permitidas y promovidas. Yo no soy el dialogante, es con la Santa Sede con quien tienen que hacerlo. Esta rebeldía o rechazo es un mal paso", comentó.

"Hago una invocación a una mayor prudencia y una mayor serenidad. Decirle al Santo Padre Si va a venir un emisario suyo que sepa que no vamos a escucharlo o Vamos a dialogar siempre y cuando no se afecte la autonomía. O sea que todas las universidades católicas del mundo no son autónomas, todos los católicos estamos castrados mentalmente, estamos sometidos a conocer un pedazo de la verdad. No pues, un poco más de respeto. Creo que el pueblo católico no siente bien esta manipulación de la opinión pública. Ojalá que la paz, la tranquilidad y la luz resplandezcan", reflexionó.

Finalmente, exhortó a que "recemos por la Iglesia y por la unidad de todos los católicos".

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