En una entrevista concedida a la agencia católica kath.net y ofrecida a ACI Prensa para su publicación, el periodista católico alemán Peter Seewald, amigo del Papa Benedicto XVI y autor del libro-entrevista con el Pontífice "La Luz del Mundo", señaló que el reciente viaje Alemania fue una victoria de la humildad y el mensaje del Papa sobre la guerra mediática.
En la entrevista, Seewald describe la visita del Papa como "un
pequeño milagro", porque "poco antes hubo una muy agresiva falange
mediática de tipo anticlerical, muchas condenas adelantadas y un
verdadero terrorismo de opinión. Todo hace recordar a la obra de George
Orwell ‘1984’ en que se construye un enemigo imaginario, una pesadilla, para azuzar a la gente".
"Y sin embargo", continúa Seewald "a pesar de toda este increíble trabajo mediático se puso de pie una innumerable cantidad de gente, que no se dejó engañar".
"Se decía que los alemanes le darían la espalda y todas esas
tonterías. Nada parece más ofensivo en nuestros tiempos que permanecer
católicos. Como escribía la revista ‘Stern’ ‘a la breve euforia de los
inicios siguió para la mayoría de alemanes un irreparable
distanciamiento de su connacional’. Es como si se dijera que el mundo
estaría muy bien y en orden, si es que el Vaticano dejara de existir".
Sin embargo, dice el periodista, cuya conversión al catolicismo se
debió a un encuentro con el entonces Cardenal Ratzinger, "todos fuimos
testigos de algo mucho mejor. ¿Dónde quedaron las masas de críticos y de
los que protestarían? Nunca aparecieron. En cambio más de 350
mil personas sobrellevaron grandes sacrificios con tal de poder escuchar
personalmente al Papa y participar con él en la Misa".
"Millones le siguieron por televisión. Los libros del Papa son
solicitados como nunca antes. El programa ‘La palabra del domingo’ esta
vez dirigida por el Papa, se convirtió por primera vez en la historia en un verdadero éxito de rating. Y de seguro pocas veces antes se ha escuchado en Alemania tanto de inteligente, sabio y verdadero, tanto de lo fundamental".
Según Seewald hoy en día "ya no es posible pasar por alto estas
palabras. Son la medida, la piedra de toque para los subsiguientes
debates y para la renovación de la Iglesia católica en Alemania". Interrogado sobre las "sombras" del viaje del Papa a Alemania el periodista insistió en la masiva campaña de los medios en su contra.
"No pocas veces se recordó al pueblo de Nazaret, que no deseaba
escuchar al Profeta de su propia tierra. ‘Es que no hace ningún
milagro’, fue el lamento de muchos medios. Ellos trabajan como locos en
una indisposición anímica contra el Papa, predican una nueva fe sin valores,
y al mismo tiempo vienen con quejas de que las personas le están dando
las espaldas a la Iglesia Católica. Cuando en realidad sucede que son
porcentualmente bastante menos los que se separan de ella, si lo
comparamos con los partidos, industrias, asociaciones. O incluso con la
Iglesia protestante".
Fue impresionante, en cambio, según Seewald, ver a Benedicto XVI "atravesar la brava jauría mediática, sin perder si quiera por un segundo la compostura".
"Sí resulta penoso", agrega, "que hayan sido muchos los que no
aprovecharon esta oportunidad para siquiera por una vez mostrar una
auténtica fraternidad cristiana. Una parte del protestantismo sigue
todavía entendiéndose a sí mismo sobre todo como un partido anti-papal".
"Antes se consideraba al hombre de Roma el anti-Cristo, hoy se le
considera el anti-moderno. Sin embargo mucho más significativo es esto:
que después del encuentro con el Papa se mostraron sumamente contentos
nos solo los representantes ortodoxos, judíos y musulmanes, sino también
el presidente de la Iglesia evangélica en Alemania, quien luego del
encuentro con Benedicto XVI, afirmó textualmente: ‘Estoy satisfecho’".
El entrevistador de kath.net pregunta al periodista a quién se
refería el Papa Benedicto cuando en la vigilia con los jóvenes decía que
"el daño a la Iglesia no viene de sus oponentes, sino de los cristianos
mediocres".
Seewald responde "probablemente a usted y a mí. El Papa es un alentador y un constructor de puentes, pero también uno que advierte.
Todo cristiano necesita siempre nuevos impulsos para no detenerse en su
desarrollo, en su camino, su testimonio, su conducta cristiana".
Seewald dice más adelante en la entrevista que el Papa llegó a Alemania a evidenciar los problemas, porque "él no desea una paz ficticia sino una que sea verdadera.
Así que es todo menos uno que adorne la situación con palabras bonitas y
pretenda maquillar la seriedad de la situación con eventos masivos,
como el teólogo (Hans) Küng y sus compañeros afirman".
El periodista lamentó también que, como preámbulo del encuentro
juvenil en Friburgo, los organizadores locales dieron oportunidad para
que los jóvenes votaran sobre diversas preguntas tales como el sacerdocio femenino y homosexualidad, eliminado cualquier actividad de preparación espiritual.
"Quien hace algo así", dice Seewald, "no ha entendido cómo son las
cosas hoy en día. Tampoco ha percibido lo serio de la situación. Con
estas cosas uno se convierte en aliado de los líderes de opinión que con
temas de segunda o tercera categoría vienen desde hace decenios
conduciendo a la Iglesia a su antojo habiendo ocasionado con ello
básicamente un estancamiento espiritual. Hoy las cosas están de tal
modo, que son muchas las personas que no conocen en absoluto su fe. No saben del Evangelio, los Sacramentos".
Sin embargo, considera Seewald, "el Papa dio las pautas apropiadas.
La suerte de la fe y de la Iglesia, dijo claramente, se decide en el
contexto de la liturgia y la Eucaristía. El verdadero cambio es posible
solo mediante la transformación del corazón".
"Para decirlo de manera simple: el Sucesor de Pedro quiere conducir a las fuentes.
Y estas no son las suyas propias o las del Vaticano, sino aquellas en
las que mana el ‘agua viva’. Y que exista una Iglesia que protege y
cuida estas fuentes nos debe hacer sentir felices y seguros".
aciprensa.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario