El Papa Benedicto XVI nombró hoy al Cardenal Walter Kasper,
Presidente Emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad
de los Cristianos, su enviado especial a la celebración del 950 aniversario de la dedicación de la Catedral de Speyer (Alemania) que tendrá lugar el 2 de octubre de este año.
La Catedral de Speyer (Espira) está en la ciudad del mismo nombre,
bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción y San Esteban. Es
una enorme e imponente basílica de arenisca roja y uno de los más
destacados ejemplos de arquitectura románica existentes en el mundo.
Junto con las cercanas catedrales románicas de Maguncia y Worms
constituye una de las llamadas Kaiserdome (Catedrales imperiales) de la
región alemana de Renania-Palatinado. Desde la destrucción de la Abadía
de Cluny durante la Revolución francesa, la Catedral de Espira es el
edificio románico en pie más grande del mundo.
La construcción comenzó en 1030 durante el reinado del emperador
Conrado II, prosiguió durante el reinado de su sucesor Enrique III el
Negro y finalizó en 1061, durante la minoría de edad de Enrique IV.
Uno de los puntos más dramáticos de la historia de la catedral tuvo
lugar en 1689, cuando los soldados del rey francés Luis XIV la quemaron
casi totalmente, destruyendo parte de su estructura y profanando las
tumbas de los emperadores alemanes allí enterrados.
Fue restaurada entre 1772 y 1784, siendo añadidos un vestíbulo y una
fachada, y volvió a ser profanada por los franceses en 1794. Entre 1846 y
1856 fue restaurada por última vez a fondo, siendo su interior adornado
con frescos.
En 1981, la Catedral de Speyer fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
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