“Todas las actitudes malas van corrompiendo la acción de la conciencia. Hay que tener la valentía para saber que cuando escuchaste la voz del Espíritu Santo hay que obedecer y actuar aunque te cueste. Hay que tener disciplina y orden”, exhortó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de Fe, el sábado 9 de noviembre.
“¿Por qué tanto desconcierto; por qué tan problemática la situación familiar o personal?; ¿no será que está faltando escuchar al Espíritu Santo? Es una pregunta que me hacía estos días y que quería conversar para que cada uno lo interiorice y escuche la voz de Dios, para luego obedecerla y ponerla en práctica”, indicó.
De esa manera, el Arzobispo de Lima señaló que para escuchar la voz de Dios hace falta un poco de silencio interior para reflexionar y meditar nuestras actitudes y acciones.
“Cuando hay ese examen interior surge ese cambio para ser mejores. Para escuchar al Espíritu Santo hace falta un cambio de actitud. No hay que escuchar a nuestra propia voz, sino a la voz de Dios”, mencionó.
“Ese escuchar la voz del Espíritu Santo ayudaría mucho porque (en el mundo actual) estamos llenos de ideas, de ruido y de información el cual no nos deja escucharle. El Espíritu Santo es esa voz de Dios que habla en el silencio y en la paz interior”, prosiguió.
En sintonía con el Papa
En otro momento, el Cardenal Cipriani recordó las palabras del Papa Francisco sobre la corrupción que existe en el mundo actual y la falta de disciplina y orden en las personas.
“Si queremos cambiar primero hay que cambiar nuestra alma. No solo la ley, la política o los medios de comunicación, yo cambio porque me gusta la dignidad. Si yo me corrompo vendo mi dignidad. Si miento estoy vendiendo mi condición humana. Esta llamada de atención del Papa Francisco lo hace porque aparece en el Evangelio”, expresó.
“El “sistema” es una expresión anónima, pero detrás de eso hay nombres y apellidos. Detrás del bien o del mal siempre hay apellidos y nombres. Cuando hablamos de la corrupción o la venganza es porque hay gente que miente”, continuó.
Finalmente, el Pastor de Lima animó a todos a poner primero en nuestras vidas la presencia de Dios y no dejar de ser honesto aunque el camino sea complicado.
“Dios no es corrupto ni corrompe a nadie. Él es la verdad. No te digo que siendo honesto vas a ganar plata, sino que para ganar la paz y la amistad con el Espíritu Santo, a veces uno es objeto de críticas o insultos. Vale la pena escuchar, obedecer y poner en práctica lo que el Señor nos pide. Tengan fe porque el amor de Dios es más grande que el mal del demonio. El camino de Dios es más eficaz y bonito”, concluyó.
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