Benedicto
XVI subraya la importancia de las propuestas educativas y de voluntariado
diocesanos, para formar personas solidarias, abiertas y atentas al malestar
espiritual y material
A última hora de la mañana
Benedicto XVI ha recibido en el Aula Pablo VI del Vaticano a siete mil
peregrinos de la diócesis italiana de Altamura-Gravina-Acquaviva delle Fonti.
El grupo encabezado por su obispo Mons. Mario Paciello escuchó el mensaje del
Santo Padre cargado de afecto extensivo a las autoridades civiles, sacerdotes,
religiosos y religiosas; seminaristas y a cada uno de los fieles con un
pensamiento particularmente dirigido a quienes viven situaciones de
sufrimiento.
Este encuentro permitió al Papa compartir un momento del camino sinodal de la
Iglesia en Altamura-Gravina-Acquaviva delle Fonti, evento que dijo el Papa
conduce a vivir concretamente la experiencia de ser “Pueblo de Dios”, Iglesia,
comunidad peregrina en la historia hacia su cumplimiento en Dios.

“La Iglesia
no posee en sí misma el principio vital, sino que depende de Cristo, del cual
es signo e instrumento eficaz. En la relación con el Señor Jesús esto encuentra
la propia identidad más Profunda: ser don de Dios para la humanidad,
prolongando la presencia y la obra de salvación del Hijo por medio del Espíritu
Santo. En este horizonte comprendemos que la Iglesia es esencialmente un
misterio de amor al servicio de la humanidad en vista de su santificación”.
Benedicto XVI recordó que la Constitución Lumen Gentium subraya que el ser de
la Iglesia encuentra su origen y verdadero significado en la comunión de amor
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: la Santísima Trinidad que no
solamente es el modelo sino que genera y plasma a la Iglesia como misterio de
comunión:

“La relación
profunda con Cristo, vivida y alimentada por la Palabra y por la Eucaristía,
hace eficaz el anuncio, motiva el compromiso por la catequesis y anima el
testimonio de la Caridad. Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo tienen
necesidad de encontrar al Señor o de redescubrir la belleza del Dios cercano,
del Dios que en Jesucristo ha mostrado su rostro de Padre y llama a reconocer el
sentido y el valor de la existencia. El actual momento histórico está marcado
por luces y sombras. Asistimos a actitudes complejas: repliegue en sí mismos,
narcisismo, deseo de poseer y de consumir, sentimientos y afectos desligados de
las responsabilidades. Tantas son las causas de este desorientación que se
manifiesta en una insatisfacción existencia, pero al fondo de todo se puede
entrever la negación de la dimensión trascendente del hombre y de la relación
fundante con Dios. Por esto es decisivo que las comunidades cristianas
promuevan recorridos válidos y comprometidos de fe".
Benedicto XVI aludió a la particular atención que debe ser puesta en el modo de
considerar la educación a la vida cristiana para que cada persona pueda
realizar un auténtico camino de fe, a través de las diversas edades de la vida;
un camino –añadió- en el cual como la Virgen María, la persona acoge
profundamente la Palabra de Dios y la pone en práctica, convirtiéndose en
testigo del Evangelio.
Subrayando la importancia y la responsabilidad de la familia en la educación,
recordó que la educación cristiana tiende a hacer que los bautizados iniciados
gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación tomen cada vez
mayor conciencia del don de la fe, que han recibido… se preparen a vivir la
propia vida según el hombre nuevo en la justicia y en la santidad de la verdad.
El Papa se dirigió a los padres de familia de esta manera:

“Queridos
padres de familia, sean los primeros testigos de la fe, no tengan miedo de las
dificultades en medio de las cuales están llamados a realizar su propia misión.
No están solos. La comunidad cristiana está cerca de ustedes y los sostiene. La
catequesis acompaña a sus hijos en su crecimiento humano y espiritual, pero va
considerada como una formación permanente, no limitada a la preparación para
recibir los sacramentos. Sepan tomar siempre fuerza y luz de la Liturgia: la
participación en la Celebración eucarística en el Día del Señor es decisiva
para la familia y para la entera Comunidad”.
En su discurso a los peregrinos reunidos esta mañana en el Aula Pablo VI
-provenientes de la diócesis italiana de Altamura-Gravina-Acquaviva delle
Fonti- el Papa dedicó un apartado especial a los Sacramentos:

“Recordemos
siempre que en los Sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, el Señor Jesús
obra por la transformación de los hombres asimilándolos a Sí. Es gracias al
encuentro con Cristo, a la comunión con Él, que la comunidad cristiana puede
testimoniar la comunión abriéndose al servicio, acogiendo a los pobres y a los
últimos, reconociendo el rostro de Dios en el enfermo y en cada necesitado. Los
invito por tanto, partiendo del contacto con el Señor en la oración cotidiana y
sobre todo en la Eucaristía, a valorizar en modo adecuado las propuestas
educativas y los recorridos de voluntariado existentes en la diócesis, para
formar personas solidarias, abiertas y atentas a las situaciones de malestar
espiritual y material. En definitiva, la acción pastoral debe mirar a formar
personas maduras en la fe, para vivir en contextos en los cuales muchas veces
Dios es ignorado; personas coherentes con la fe, para que se lleve a todos los
ambientes la luz de Cristo; personas que viven con gozo la fe, para transmitir
la belleza de ser cristianos”.
Fuente: www.radiovaticana.org
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