P. Miguel Cruzado, Provincial Jesuita en Perú |
LIMA, 23 Ago. 12 / 11:13 am (ACI).- En una extensa carta dirigida al Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Salvador Piñeiro, el Provincial de la Compañía de Jesús, P. Miguel Cruzado Silveri SJ; tomó esta semana partido por la ex Pontificia Universidad Católica del Perú y sus autoridades en el conflicto que sostienen con la Santa Sede y el Arzobispado de Lima.
El Padre Cruzado envió su carta con
copia al prepósito general de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás; al Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano; al Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de laCongregación para la Educación Católica; y al Arzobispo Gerhard Muller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
copia al prepósito general de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás; al Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano; al Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de laCongregación para la Educación Católica; y al Arzobispo Gerhard Muller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La carta de Cruzado expresa "en nombre de mis compañeros jesuitas nuestro sentir ante la lamentable situación pastoral generada a raíz del conflicto entra la Jerarquía Eclesiástica" y la ex PUCP.
El también licenciado en sociología de la ex PUCP propone luego tres extensos puntos; el primero para destacar la presencia jesuita en la historia y vida de la ex PUCP, el segundo para resaltar el supuesto "rol de la PUCP en la evangelización del Perú hoy" y el tercero para sugerir que se trata de "un conflicto que puede ser resuelto".
"Los Jesuitas, como Usted sabe, estamos presentes en la (ex) PUCP desde su fundación, participamos activamente en su vida académica y pastoral, y la conocemos ampliamente. Esto nos hace sentir capaces de transmitir a nuestros pastores nuestros puntos de vista, con el deseo de contribuir a la solución del problema", dice la carta.
En este punto, Cruzado presenta el elenco de prestigiosos jesuitas asociados a la historia y la vida académica de la ex PUCP; desde el historiador P. Rubén Vargas Ugarte SJ; hasta el P. Armando Nieto, SJ; Presidente del Instituto Riva Agüero.
El punto dedicado al supuesto papel de la ex PUCP en la evangelización es más confuso. En éste Cruzado hace referencia a la historia de la universidad, a la "presencia de sacerdotes diocesanos, de religiosos de diversas congregaciones y de miembros de movimientos eclesiales" como signo de la presencia en la ex PUCP de "la pluralidad de carismas en laIglesia universal".
"Al mismo tiempo", agrega Cruzado, "la apertura de la Universidad a personas de otros credos o convicciones religiosas, que comparten con nosotros los valores del Evangelio, demuestra el espíritu de diálogo y de búsqueda común de la verdad, característico de la Iglesia en el mundo de hoy".
El Provincial de los jesuitas también afirma que la ex PUCP "constituye un espacio de encuentro entre la razón y la fe en nuestra sociedad"; y a través de ella "la Iglesia ha contribuido a la formación humana y profesional de las nuevas generaciones de acuerdo con los principios y valores del Evangelio".
La carta arguye también que "las dificultades y la presencia efectiva de voces discrepantes con relación al carácter católico y eclesial" de la ex PUCP son "propias de toda institución universitaria que quiere promover la verdadera libertad y autonomía en la búsqueda y comunicación del saber, como está llamada a serlo toda universidad católica".
En la tercera parte, Cruzado señala que "nos sentimos obligados a constatar, a pesar de nuestra actitud sincera de búsqueda de solución del conflicto, y del respeto y espíritu de obediencia con que nuestro fundador San Ignacio nos enseña a acoger las disposiciones de la Sede Apostólica, que el Decreto emitido por el Emmo. Sr. Cardenal Secretario de Estado no ha recibido de parte de amplios sectores de la (ex) PUCP y de la sociedad peruana la aceptación que se podría haber esperado, y choca con múltiples escollos de orden jurídico para su correcta aplicación, hasta el punto de poder generar lamentables enfrentamientos entre la Santa Sede y el Estado Peruano".
Cruzado propone luego que "la ansiada solución puede venir en la línea de la Propuesta de Reforma de Estatutos acordada entre los representantes del Arzobispado de Lima y de la PUCP el día 31 de marzo del presente año"
Según el Provincial jesuita, "dicho pre-acuerdo resolvía los puntos en debate acerca de la adecuación de los estatutos de la (ex) PUCP a la Constitución Apostólica Ex Corde ecclesiae, encaminaba de manera apropiada el tema de una cuidadosa y bien controlada administración de sus bienes, incluidos los fondos de la herencia Riva Agüero, y concluía los litigios pendientes".
ACI Prensa consultó con un abogado familiarizado con el litigio, quien señaló que el "pre-acuerdo" al que se refiere el P. Cruzado nunca existió.
Según el abogado "el pre-acuerdo" al que se refiere el P. Cruzado nunca fue tal. "Lo pre acordado entre el Arzobispado y las autoridades de la universidad fue la modificación de los estatutos para responder a las exigencias de la Santa Sede. Lo que el Provincial jesuita llama ‘pre-acuerdo’ fue en realidad la inaceptable contrapropuesta presentada por las autoridades de la universidad, que querían mezclar dos temas completamente distintos: por un lado, el tema canónico de los estatutos y por otro, el tema civil de la herencia de Riva Agüero y su honesta administración".
El mismo abogado señaló a ACI Prensa que "lamentablemente los jesuitas (sic) no están proponiendo ninguna solución; solamente están funcionando, deliberadamente o no, como proxy (repetidor) de la posición inaceptable de la universidad; que ha sido justamente rechazada tanto por el Arzobispado (de Lima) como por la Santa Sede".
El jurista también expresó su sorpresa por la decisión del P. Cruzado de dirigirse al Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, "toda vez que la Santa Sede, a través de una inequívoca carta del Secretario de Estado, ha establecido el marco de su acción: apoyar a la Santa Sede y al Arzobispado de Lima en su conflicto con la universidad".
La carta del Cardenal Tarcisio Bertone a Mons. Salvador Piñeiro y a los obispos del Perú señalaba que "para el bien de la Universidad y por la responsabilidad que tiene la Iglesia en el campo educativo, esa Conferencia Episcopal debe sostener tanto la posición de la Santa Sede como la del Arzobispo de Lima, desautorizando con vigor cualquier intervención contraria e invitando al Episcopado del País a una acción colegial y leal".
La misiva señala además que "el Santo Padre espera que, en lo sucesivo, la Conferencia Episcopal preste un decidido y claro apoyo a las decisiones tomadas por la Santa Sede con respecto a la situación de la PUCP y se eviten nuevas incomprensiones y divisiones. Lo que está en juego es el reconocimiento de la libertad y autonomía de la Iglesia para llevar a cabo su propia y específica misión en todos los ámbitos de la sociedad, también en el campo educativo".
Fuente: www.aciprensa.com
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