Giuseppe Pagliari, trabajador para la Pontifica Comisión de Arqueología Sagrada, explicó a EWTN Noticias en qué consiste su trabajo y recordó que las catacumbas de Roma realmente pertenecen al Vaticano.
"Todo lo que hay bajo la tierra depende del Estado Vaticano, y todo lo que está encima de la tierra forma parte del gobierno", explicó Pagliari.
Oficialmente, la Ciudad del Vaticano es el estado independiente más pequeño del mundo, ya sea por su número de habitantes como por su territorio, que apenas comprende 44 hectáreas.
Sus fronteras están delimitadas por las murallas vaticanas y por una franja de piedra travertina que une las dos alas de columnatas que abrazan la Plaza de San Pedro.
Sin embargo, el estado Vaticano podría ser más amplio de lo que se piensa.
El subsuelo de la ciudad eterna, podría ampliar los territorios de la Santa Sede, ya que "las catacumbas forman parte del estado Vaticano", aseveró Pagliari a EWTN Noticias.
Pagliari explicó en qué consiste su trabajo, el cual desempeña desde hace 15 años, "hacemos excavaciones, trabajamos con los arqueólogos, y nos encargamos de todo lo que es la manutención de la catacumbas, albañilería, restauraciones y excavaciones alternativas".
No existe un horario estable y hay días en que los expertos pueden permanecer una, tres, o hasta seis horas bajo tierra.
Las joyas, monedas, o trozos de sarcófagos que encuentran entre otros objetos, son posteriormente catalogados, restaurados, y expuestos en un museo.
Las catacumbas de Roma y el cristianismo
Las catacumbas son galerías subterráneas excavadas en el subsuelo para organizar en ellos los enterramientos de los muertos de los paganos, judíos y primeros cristianos en la Roma del siglo II.
Estas fosas fueron lugar de culto, además de enterramiento, lugar de protección y escondite en la época de las persecuciones cristianas de Roma.
Entre la gran cantidad de cementerios subterráneos de Roma, unos 60 son conocidos por su nombre, y de ellos, muchos toman el nombre de un santo o de varios que fueron allí sepultados.
Además, las catacumbas fueron de los primeros lugares donde los cristianos comenzaron a expresar su iconografía, al no poder profesar libremente su fe pintaban en los muros de las catacumbas y, con mayor frecuencia, grababan en las lápidas de mármol con las que cerraban las tumbas.
Fuente: www.ewtnnoticias.com
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