Giro positivo en Francia sobre el controvertido proyecto de ley en materia de bioética. La enmienda sobre la posibilidad de una investigación reglamentada en células embrionales, apoyada por el bloque de izquierdas y contrastada por el Gobierno, ha sido rechazada ayer por el Senado, en segunda lectura.
En el curso del examen preliminar en comisión, el lunes, la discusión se concentró en el artículo 23 de la medida: los senadores habían decidido modificar su texto retirando la prohibición de investigación, haciendo así pasar el principio de la posibilidad de una investigación reglamentada. Sin embargo, el jueves, al término de una sesión pública particularmente tensa, la asamblea de Palais Luxembourg ha decidido reprobar la modificación de la ley aprobada por la comisión y adoptar la enmienda presentada por Jean-Claude Gaudin, presidente del grupo de la UMP (Unión por un Movimiento Popular), que restablece el principio de la prohibición con derogaciones, o sea, la línea promovida por el Ejecutivo y deseada también por el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París y presidente de la Conferencia episcopal francesa. El voto sanciona el texto definitivo de la ley.
Entre los puntos más importantes de la disposición se encuentran la ampliación de los donantes vivos de órganos, el anonimato en la donación de los gametos, la prohibición de transferencia del embrión post-mortem, la decisión de reservar sólo a las parejas heterosexuales el acceso a la asistencia médica a la procreación. Dos puntos relevantes permanecen indeterminados: el principio de una posible revisión de la ley cada cinco años y las condiciones del diagnóstico prenatal. Sobre ello decidirá la comisión mixta.
En concomitancia con el no a la investigación sobre embrionales llegó el rechazo de la propuesta de los matrimonios homosexuales. El Gobierno, de hecho, se ha opuesto a un proyecto de ley presentado por la oposición socialista.
Fuente: www.osservatoreromano.va
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