


“Estoy profundamente entristecido por los episodios de violencia, que se perpetraron en El Cairo el domingo pasado. Me uno al dolor de las familias de las víctimas y del entero pueblo egipcio, lacerado por los intentos de minar la coexistencia pacífica entre sus comunidades que, en cambio, es esencial salvaguardar, sobre todo en este momento de transición. Exhorto a los fieles a rezar a fin de que sociedad goce de una paz verdadera, basada en la justicia, en el respeto de la libertad y de la dignidad de todo ciudadano. Además, apoyo los esfuerzos de las autoridades egipcias, civiles y religiosas, en favor de una sociedad en que se respeten los derechos humanos de todos y, en particular, de las minorías, en beneficio de la unidad nacional”. (María Fernanda Bernasconi – RV)
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