'The Guardian' denuncia un mistificación de un discurso papal
El diario vaticano L'Osservatore Romano reproduce íntegro, en su edición de este viernes, un artículo de Andrew Brown en el diario británico The Guardian,
quien denuncia una mistificación por parte de otro periodista de una
conocida agencia de noticias, al reportar el discurso de Benedicto XVI
al cuerpo diplomático. La agencia Reuters pone en boca del papa palabras nunca pronunciadas.
El
hecho es más insólito cuando, de hecho, los corresponsales acreditados
tienen acceso via web al discurso del papa incluso antes de que sea
pronunciado, con el ruego de contrastar el texto embargado con el
pronunciado. Pero incluso, sin estar acreditada, cualquier persona tiene
acceso al texto, una vez pronunciado, en el sitio web vaticano. Es por
tanto muy fácil comprobar lo que dijo y lo que no dijo Benedicto XVI.
L'Osservatore Romano publica integralmente el artículo aparecido en la web del cotidiano británico The Guardian, que traducimos aquí para el público español.
*****
Por Andrew Brown
Por Andrew Brown
El lunes en el Vaticano, el papa Benedicto XVI realizó un discurso
ante el cuerpo diplomático, en el cual no dijo ni siquiera una palabra
contra el matrimonio entre homosexuales. ¿Por qué esto es una noticia?
Porque la Reuters y a continuación muchas otras personas
reportaron que el papa habría atacado el matrimonio entre homosexuales
como un peligro para la civilización occidental.
Philip Pullela, uno de los corresponsales mejores y más expertos en el Vaticano inicia su artículo:
“El lunes, el papa Benedicto XVI dijo que el matrimonio entre
homosexuales es una de las varias amenazas a la familia tradicional, que
pone en peligro 'el futuro de la misma sociedad'”.
Por lo que se, el papa Benedicto simplemente no dijo esto. Habló a
favor de la familia “basada en el matrimonio entre un hombre y una
mujer”.
Dijo que “las políticas dañosas a la familia amenazan la dignidad humana y el futuro de la misma humanidad”.
No hay ninguna indicación de que el matrimonio entre homosexuales sea
una de las más importantes de estas políticas. No lo mencionó para
nada, mientras que enfrentó diversos asuntos sobre sexualidad.
Y siguió adelante alabando una reciente sentencia de la Corte de
Justicia de la Unión Europea que ha prohibido registrar los resultados
de investigaciones hechas con células estaminales embrionarias humanas.
Ha dicho [el papa] que dichas medidas legislativas se oponen “a la
educación de los jóvenes y por consecuencia al futuro de la humanidad,
pues no solamente permiten, sino que a veces incluso favorecen el aborto
por motivos de conveniencia o por razones médicas discutibles”.
Esto puede ser justo o equivocado, pero no es un ataque al matrimonio
entre homosexuales y tampoco a la homosexualidad. Ni fue la parte
principal y más importante de su discurso.
Lo que dijo es que la crisis financiera fue el evento más importante del año pasado.
Por lo que sé, el papa es la figura política europea más
significativa que afirma cosas como “La crisis puede y debe ser un
incentivo a reflexionar sobre la existencia humana y sobre la
importancia de su dimensión ética, antes aún que sobre los mecanismos
que gobiernan la vida económica: no solamente para tratar de evitar las
pérdidas personales o de las economías nacionales, sino para darnos
nuevas reglas que nos den a todos la posibilidad de vivir dignamente y
de desarrollar las propias capacidades en favor de toda la comunidad”.
De nuevo lo que dice [el papa] no debe ser necesariamente justo, pero de todos modos lo dijo mejor que [el periodista de Reuters] Ed Miligand.
Dijo también cosas razonables, si bien no originales, sobre la
primavera árabe, que desea que los derechos humanos sean protegidos de
la tiranía de la mayoría: “El respeto de la persona tiene que estar en
el centro de las instituciones y de las leyes, debe llevar a acabar con
todo tipo de violencia y prevenir el riesgo que la debida atención a los
pedidos de los ciudadanos y la necesaria solidaridad social se
transformen en simples instrumentos para conservar o conquistar el poder
(…) la construcción de sociedades estables y reconciliadas, ajenas a
cualquier tipo de discriminación injusta, en particular de tipo
religioso, constituye un horizonte más vasto y más lejano que las citas
electorales”.
Para mí, la novedad de su discurso fue la solicitud sobre el medio
ambiente. Pocos lectores de diarios se esperaban que el papa dijera: “La
defensa del medio ambiente, la sinergia entre la lucha contra la
pobreza y aquella contra los cambios climáticos constituyen ámbitos
relevantes para la promoción y desarrollo humano integral”. Seguramente,
esta es una opinión que hace estremecer a un gran número de
republicanos americanos que piensan que él está de su parte.
El papa es católico. Quizás forma parte de la naturaleza del negocio
de las noticias el asombrarse, cada dos meses, ante de este hecho.
zenit.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario