Cuando nació la protagonista de este diario, se la llevaron al poco tiempo a neonatos. La madre y autora del magnífico blog Diario de una chica con síndrome de Down que puede servir de gran utilidad y apoyo a muchas familias nos lo cuenta así;
No recuerdo el motivo que sirvió de excusa. No dijeron nada de su SD. Mi hermana Esperanza, que me acompaño en el parto, acudió a la Unidad de Neonatología con el bebe entre sus brazos y ocurrió lo siguiente:
- “¿Es el down?”, pregunto una enfermera en voz alta.
- “¿Cómo?, ¿Que mi sobrina tiene síndrome de down?", exclamó Esperanza. El personal de enfermería no había reparado en su presencia.
- “No, no, no” , balbucearon azoradas.
Mi hermana regreso a la habitación en la que me encontraba y me dijo:
- "Pobrecitos, ha habido unos padres que han tenido un hijo con SD".
No imaginábamos ni remotamente, que se habían referido a nuestra preciosa niña. Pero considerábamos que esos padres eran dignos de lástima y como tal los compadecimos.
Cuando horas después nos preguntaron al papá y a mí (esperaron a que estuviéramos juntos), a quien creíamos que se parecía nuestra peque, yo entonces supe que aquel SD era mío y los pobrecitos dignos de lástima éramos nosotros
Así comenzó la historia de Teresa, nuestra sexta hija, que ha nacido con síndrome de down.
Este diario es nuestra forma de contaros pasito a pasito esos adelantos tan importantes en su vida. Avances que antes pasaban desapercibidos y ahora son recibidos con gran expectación.
El doctor Francisco Hermida atendió en su consulta de pediatría a decenas de niños con SD. Solía decir de ellos que eran criaturas que proporcionaban un único disgusto en su vida: el de su diagnóstico.
Ni Teresa es diferente, ni nosotros padres especiales, pero cada día nos hacemos más fuertes para ir derribando los muros que el propio síndrome y principalmente la sociedad levantan a cada paso que avanza nuestra hija.
Fuente: www.hazteoir.org
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