El pasado fin de semana se celebró en Roma el centenario de la reanudación de la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida, más conocidas como la Orden Brigidina, cuyos conventos fueron cerrados luego de la reforma Protestante del siglo XVI y rehabilitados durante el siglo XX.
Con ocasión del centenario de la Fundación de la Orden, la abadesa General, Madre Tekla Famiglietti, dirigió un encuentro del 2 al 4 de junio para revivir la historia de su fundación.
El evento de carácter ecuménico –según el carisma de la Orden– contó con la participación del Prefecto para la congregación de las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri, quien ofició la Santa Misa el domingo 4 en la Iglesia de Santa Brígida de Roma.
La Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida fue fundada el 8 de septiembre de 1911 y aprobada por la Santa Sede de manera definitiva el 2 de diciembre de 1940 gracias a la Beata Madre Isabel Hesselblad, quien desde Estado Unidos se propuso el renacer de la identidad espiritual de Santa Brígida (1303-1373).
Santa Brígida de Suecia, más conocida como la "Mística del Norte", fue quien inspiró a su hija, Santa Caterina, a fundar en 1390 la Orden de las Brigidinas, quienes durante 150 años prosperaron hasta que la reforma Protestante en Europa Occidental acabó con todos sus conventos.
Siglos más tarde, la beata sueca Isabel Hesselblad, sintió la llamada de dar nueva vida al carisma brigidino, y viajó a Roma en 1911 para restaurar la casa madre de la Orden y su carisma: "trabajar por la unidad de la Iglesia".
En declaraciones a EWTN Noticias, la Madre Elisa Famiglietti, Vicaria General de las Brigidinas en Roma, explicó la trayectoria de la institución a lo largo de estos cien años, en 1911, "la madre Isabel vino de Estados Unidos a Roma para empezar la fundación, y llevar a las Brígidas a las casas donde vivió Santa Brígida", más tarde viajó a Suecia "para llevar a las Brígidas también allí donde la reforma Protestante cerró todos los conventos".
La Madre Elisa indicó que la Providencia de Dios guió a la Madre Isabel a revivir el carisma de Santa Brígida. "El Señor inspiró a Madre Isabel, ella al principio no quería fundar la orden, sino revivir la espiritualidad de Santa Brígida en los tiempos modernos. No tenía recursos económicos suficientes para fundar la orden, pero confió en la Divina Providencia quien la guió por el camino que ha ido desarrollando a través de un cimiento muy fuerte, una gran espiritualidad, sacrificio, y pobreza".
Indicó que el apostolado de la Orden se basa en una "espiritualidad muy fuerte proveniente del Opus Dei; la oración y la adoración a Dios en primer lugar y al Santísimo Sacramento; la reparación de la unidad de los cristianos; y la hospitalidad con la finalidad ecuménica".
"En todas las casas de acogida tenemos esta afinidad apostólica con el carisma de trabajar por la unidad de la Iglesia", por ejemplo "en nuestra casa de Estados Unidos en Connecticut tenemos un sitio encantador al que muchos grupos de oración llegan para orar, hacer retiros, y encontrar un templo de serenidad y tranquilidad".
"Estamos muy agradecidas a Estados Unidos quienes dieron la oportunidad a Madre Isabel de desarrollar en primer lugar su formación humana y espiritual. Allí encontró personas que la ayudaron mucho en su camino a encontrar la fe en la religión católica".
Madre Isabel decía: "si un día el Papa de Roma tuviera que abandonar la fe, aun así yo no la abandonaré jamás".
"Tenía una gran fe que nacía del sacrificio y del sufrimiento que ella misma vivió en su propia vida", concluyó.
Las Brigidinas tienen en numerosas casas de acogida en México, Cuba, India, EEUU, Suiza, Suecia, Polonia, Palestina, Noruega, Italia, Inglaterra, Alemania, Finlandia, Estonia, Filipinas y Dinamarca.
Fuente: www.ewtnnoticias.com
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