El padre Mose Adekambi habla
sobre la Biblia como base para el cambio social
Muchos nigerianos pueden citar la
Biblia de memoria - y no precisamente por haberse sentado con un Evangelio para
que sus palabras les taladrasen la cabeza. En una población con sólo un 68% de
alfabetizados, este no es el método para memorizar.
Entonces, ¿dónde aprenden la
Biblia los nigerianos? En la Misa. Han escuchado la palabra de Dios proclamada
en sus iglesias y la han conservado en su corazón.
En África hay hambre de la
palabra de Dios, dice el padre Mose Adekambi, sacerdote diocesano de la diócesis
de Porto Nuvue, en Benín.
El padre Adekambi entró en el
seminario de joven con el sueño de ser un simple sacerdote diocesano.
Pero con el tiempo, y el aliento
de su obispo, fue enviado a Roma para convertirse en un experto en la Biblia.
Hoy, estos conocimientos y esta educación es lo que le sirve para ser director
del BICAM, el Centro Bíblico para África y Madagascar.
Es responsable de promover el
conocimiento de la Biblia en toda África.
El padre Adekambi ha hablado con
el programa de televisión "Dios llora en la Tierra" de la Catholic
Radio and Television Network (CRTN), en colaboración con Ayuda a la Iglesia
Necesitada, sobre la Biblia en África - y cómo está trayendo un cambio social.
- Padre Mose, antes de comenzar a
hablar de su labor en África con la promoción de la Biblia, nos puede hablar un
poco de usted. ¿Cuando sintió la vocación de ser sacerdote?
Padre Adekambi: Sentí mi vocación
cuanto tenía 12 años - en la escuela primaria. Como cualquier otro chico de mi
edad en aquella época, quería ser muchas cosas en la vida. Quería ser médico,
quería ser juez. Quería ser profesor. Quería incluso ser sacerdote porque
jugaba a hacer de sacerdote como muchos chicos de mi edad.
- Sus padres tenían sus raíces en
las religiones tradicionales africanas. ¿Cuál fue la reacción?
Padre Adekambi: Mis padres se
hicieron católicos de adultos. Yo ya había nacido cuando mi madre se bautizó y
se casó en la Iglesia. Crecí en una familia católica, porque recibí una
educación católica. Un día me preguntaba qué querría ser y mi madre me dijo:
"¿No sabes lo que quieres ser exactamente?" Creo que fue aquel día
cuando decidí convertirme en sacerdote. Más tarde, durante el último año de la
escuela primaria, tenía que decidir si ir a la escuela secundaria o entrar en
el seminario menor. Escribí al primer sacerdote de Benín, que es primo de mi
abuela.
- ¿El primer sacerdote de Benín
es primo de su abuela?
Padre Adekambi: Sí, le escribí
diciéndole, "quiero ser sacerdote como tú". Me contestó diciendo:
"Este año ya es muy tarde para que entres en el seminario menor porque la
lista ya está cerrada y el periodo de exámenes ya ha pasado". Como yo era
un poco testarudo, fui a ver al sacerdote de la parroquia y le dije que quería
entrar en el seminario y me acogió y encontró el modo de que entrara en el
seminario menor. Fui luego a informar a mi abuela y le dije que quería ser
sacerdote como su hermano. Así que estas son las dos figuras que están detrás
de mi vocación. Mi madre, que sin querer me empujó a tomar una decisión...
- ... sin querer, pero cuando
tomó la decisión hubo alegría en la familia.
Padre Adekambi: En el día de mi
ordenación, el 4 de agosto de 1984, di las gracias públicamente a mis padres. Y
la razón es sencilla: soy el primogénito y soy hombre. Yo era consciente de que
para ellos había sido un gran sacrificio, y les di las gracias porque me
permitieron ser libre. Nunca dijeron: "No lo hagas". Nunca dijeron:
"Hazlo". Sabía que si lo hubiera dejado probablemente habría sido una
alegría para ellos, por eso les di las gracias públicamente por permitirme ser
libre para seguir mi elección a pesar del dolor, que sé que soportaron.
- ¿Cuál fue el mayor desafío para
su sacerdocio, para su vocación?
Padre Adekambi: La
disponibilidad. Cuando decidí ser sacerdote y durante mi ordenación, utilicé el
símbolo del agua de lluvia. En mi lengua tenemos un dicho: "El agua de
lluvia se usa descuidadamente y luego se tira". En África utilizamos el
agua del grifo y el agua de lluvia. Yo quería estar siempre disponible, como el
agua de lluvia, para Dios y para mis hermanos y hermanas para satisfacer sus
necesidades - sean cuales fueran. El agua de lluvia se utiliza para regar las
flores, lavar los platos, para la granja, para beber, se usa para lo que
quieras. Así que para mí la "disponibilidad" es un gran desafío como
sacerdote - hacer lo que no quiero hacer pero que la gente quiere que haga...
- ¿Y la gente se lo pedirá?
Padre Adekambi: Exactamente,
porque es donde me necesiten y como me necesiten. No es fácil renunciar a los
propios deseos, entregar tu libertad a los demás para servirlos del modo que
ellos quieran. Lucho por estar disponible y, al leer a los Santos Padres hay
uno que me llama la atención en especial. Fue Alejandro de Jerusalén quien
comparó al Espíritu Santo al agua de lluvia que se adapta a cada criatura.
Decía que el agua de lluvia no es la misma para una palmera. No es la misma
para el mango, sino que la lluvia siempre se adapta a cada criatura sobre la
que cae. Así que esto se convirtió para mí en un segundo desafío - adaptarme a cada
persona. Estoy al servicio como Pablo que decía en 1 Corintios 9: “Me hice
judío con los judíos para ganar a los judíos; me sometí a la Ley, con los que
están sometidos a ella...” y sigue, pero no es fácil.
- ¿Por qué el énfasis en la
Biblia?
Padre Adekambi: El énfasis en la
Biblia se debe de hecho a que la Iglesia, sobre todo los obispos africanos,
descubrieron que no hay evangelización sin la palabra de Dios. Quedó muy claro
que la palabra de Dios no se conoce y que la gente tiene hambre y sed de la palabra
de Dios. Por ejemplo, los misioneros nigerianos, obispos o sacerdotes, me dicen
que los nigerianos pueden citar a menudo la Biblia de memoria. Tienen esta gran
facilidad y amor por la palabra de Dios. Cuando se trata de África puedo llegar
a decirle que estamos orientados más hacia la palabra de Dios que hacia el
libro de la palabra de Dios.
- ¿Por qué?
Padre Adekambi: Precisamente
porque nuestra cultura es sobre todo una cultura oral. Digamos que la mayor
parte de nuestra gente no sabe leer. Si hay que esperar a que sepan leer y
escribir para proclamar la Palabra de Dios - ¿cómo lo haces? ¿Hasta cuándo hay
que esperar? Así que es necesario tener en cuenta este factor, la dimensión
oral de nuestra cultura. Como he mencionado, la gente de Nigeria puede citar la
Biblia de modo preciso por haber escuchado la palabra de Dios en las iglesias -
la mayoría de ellos la retienen de memoria.
- Por esta tradición oral...
Padre Adekambi: ... la tradición
oral y no hay que olvidar que en el libro del Deuteronomio, la palabra de Dios
se supone que se conservará en los labios y luego en el corazón.
- ¿Por qué volver a la palabra
escrita? ¿Por qué volver a la Biblia?
Padre Adekambi: De alguna manera
es la palabra visible de Dios, en términos de sacramentalidad, es el Libro
inspirado. Es por eso que el Libro es importante, pero no hay que poner el
énfasis sólo en el Libro, porque tener un significado más amplio de la Palabra
de Dios es aún más útil en términos teológicos; siempre digo a la gente que el
capítulo 6 es el último capítulo precedido de cinco capítulos, en lo que llamo
la teología de la Palabra de Dios. Así que necesitamos una teología de la
Biblia antes que un buen apostolado de la Biblia.
- África, como sabemos, tiene
problemas sociales terribles como la pobreza, la guerra, etc. ¿Puede la
promoción de la Biblia afrontar estos males sociales, y es esto parte de su
labor?
Padre Adekambi: La palabra de
Dios puede ayudar mucho. Tome el capítulo 4 de la Carta a los Hebreos en el que
se dice que la palabra de Dios es una espada de doble filo; escudriña los
pensamientos más íntimos. Si uno se abre para recibir el efecto de la palabra
de Dios, las malas intenciones son desafiadas y te empuja a la conversión. Creo
que nuestra postura puede estar equivocada. Hasta la fecha, cuando hablamos
sobre temas sociales en África, siempre hablamos de cosas que van mal: el
problema de nuestros líderes, del odio y la violencia. Lo que necesitamos es lo
que yo llamo un postura objetiva; un enfoque centrado en el objeto.
- ... en el corazón.
Padre Adekambi: Exactamente, y
para resolver los problemas de África debemos centrarnos en los africanos, en
cómo pueden cambiar sus corazones, su mentalidad. La palabra de Dios en ese
sentido es maravillosa para el cambio porque nos desafía a la conversión a
través de muchas generaciones. De hecho, en el 2007, el lema bíblico era:
"¿Dónde está tu hermano?". ¿Estamos luchando uno contra otro?
¿Podemos volver a definir la imagen de Dios que es mi hermano? Sólo entonces
aprenderemos nuestra responsabilidad hacia nuestros hermanos. Luego se puede ir
al capítulo 5 de Mateo, el amor a los enemigos. Esto puede ayudarnos en África.
Esta es nuestra principal preocupación. Este es nuestro taller.
Me gustaría compartir con usted
lo que he visto en estos talleres en África. Cuando visité Ruanda - voy por ahí
para saber qué ocurre en el país como parte de este apostolado - me dijeron:
"Padre, compartir la Biblia es bueno. La Biblia nos ayuda a
reconciliarnos".
- ¿Tras el genocidio?
Padre Adekambi: Y no debemos
olvidarlo. De hecho, también en Sudáfrica durante el apartheid, la Biblia hizo
mucho en términos de reconciliación y de ayudar a la gente a afrontar temas
sociales como el apartheid, y tras el apartheid, para la reconciliación y para
la reconstrucción del país.
- ¿Así que, para usted, la Biblia
y la reintroducción de la palabra de Dios es una base sobre la que construir
una nueva sociedad?
Padre Adekambi: Exactamente, lo
creo. Estoy convencido. Esa es mi esperanza para África. Es mi esperanza. Es mi
sueño. Es un sueño hecho realidad porque lo he visto en Ruanda. Lo he visto en
Sudáfrica. Lo he visto en Zambia, donde tienen un programa por el que las
pequeñas comunidades cristianas, a un nivel más reducido, intentan de verdad abandonar
sus viejas mentalidades y, así, cambiar el mundo que les rodea escuchando la
palabra de Dios y la enseñanza social de la Iglesia.
- ¿Y ponerla en práctica?
Padre Adekambi: Exacto. El
significado bíblico de escuchar es poner en práctica. De lo contrario, hay que
acordarse de Santiago: "Poned en práctica la palabra y no os contentéis
con oírla, engañándoos a vosotros mismos". Por eso, se supone que
escuchamos, todos nosotros.
* * *
Esta entrevista fue realizada por
Mark Riedemann para “Dios llora en la Tierra”, un programa semanal
radiotelevisivo producido por Catholic Radio and Television
Network en colaboración con la organización internacional Ayuda a la Iglesia
Necesitada.
--- --- ---
Fuente: www.zenit.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario