La
Santa Sede y el gobierno británico han expresado su deseo de trabajar
juntos para combatir la intolerancia y la discriminación religiosa donde
quiera que se manifieste, y han subrayado su compromiso con un futuro
mejor y más justo para toda humanidad, “teniendo en cuenta de forma
particular a las personas más pobres del mundo”. Después de la visita de
la delegación inglesa con motivo del trigésimo aniversario del
establecimiento de plenas relaciones diplomáticas la Santa Sede y el
gobierno del Reino Unido, esta mañana se hizo público un comunicado en
el que ambas partes subrayan “la necesidad de promover un desarrollo
global integral y sostenible, basado en la centralidad del ser humano y
fundado sobre el principio de la dignidad humana y el valor propio de
cada persona”.
Desde ayer la delegación ministerial del gobierno británico se ha reunido con el secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Dominique Mamberti, con el cardenal Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, y hoy, tras la audiencia general, ha sido recibida por Benedicto XVI. Una visita a Roma que se inscribe en el 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos estados en el año de la visita de Juan Pablo II a Gran Bretaña, la primera de un Pontífice reinante a la isla.
El comunicado conjunto de la Santa Sede y el gobierno del Reino Unido señala como ambas partes “concuerdan en la necesidad urgente de una acción dirigida a reforzar el compromiso universal en favor de la libertad religiosa como derecho humano fundamental y su aplicación práctica para promover el respeto por todas las religiones en todos los países”. Al mismo tiempo se subraya “la necesidad de promover un desarrollo global integral y sostenible” porque a pesar de los avances logrados en el mundo “demasiadas personas siguen padeciendo hambre, demasiadas siguen sin tener acceso a la instrucción y a un trabajo digno y demasiadas mujeres mueren durante el parto”.
En este sentido la Santa Sede y el Reino Unido “reconocen la obligación compartida de lograr un ecuo contexto internacional, financiero y comercial”. Ambos estados comparten también la convicción de que para lograr un desarrollo global sostenible y centrado en el hombre es necesario continuar reforzando la integración de sus pilares económicos, sociales y ambientales “que son interdependientes y se refuerza recíprocamente, del mismo modo que el nexo existente entre la lucha contra la pobreza y la gestión del cambio climático”.
Asimismo ambos estados coinciden en su intención de “trabajar en el ámbito de las Naciones Unidas y otras sedes para reforzar la atención internacional sobre la prevención de los conflictos, del desarme, y el control de los armamentos y su no proliferación”. El comunicado se refiere también a los cambios que se han producido en el norte de África y en Oriente Medio “subrayando la importancia de emprender verdaderas reformas en el ámbito político, económico y social”.
También se hace referencia al papel que los cristianos pueden desempeñar y a la importancia del diálogo interreligioso, con la esperanza compartida por la Santa Sede y el Reino Unido de la “reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos para lograr una paz duradera”, así como la renovación del llamamiento para el fin inmediato de la violencia en Siria.
Aludiendo a la Conferencia de Londres sobre Somalia, que tendrá lugar el próximo 23 de febrero, la Santa Sede y el gobierno británico alientan a la comunidad internacional a “apoyar una estrategia coherente en Somalia para poner fin a la crisis” e “indicando como prioridad la protección y el bienestar de la población del Cuerno de África”.
Por último el comunicado refleja el agradecimiento del gobierno del Reino Unido por el apoyo de Benedicto XVI en el proceso de reconciliación en curso en Irlanda del Norte y por los esfuerzos dirigidos a construir un futuro pacífico, estable y próspero para todos los miembros de la comunidad.
CVV
Desde ayer la delegación ministerial del gobierno británico se ha reunido con el secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Dominique Mamberti, con el cardenal Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, y hoy, tras la audiencia general, ha sido recibida por Benedicto XVI. Una visita a Roma que se inscribe en el 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos estados en el año de la visita de Juan Pablo II a Gran Bretaña, la primera de un Pontífice reinante a la isla.
El comunicado conjunto de la Santa Sede y el gobierno del Reino Unido señala como ambas partes “concuerdan en la necesidad urgente de una acción dirigida a reforzar el compromiso universal en favor de la libertad religiosa como derecho humano fundamental y su aplicación práctica para promover el respeto por todas las religiones en todos los países”. Al mismo tiempo se subraya “la necesidad de promover un desarrollo global integral y sostenible” porque a pesar de los avances logrados en el mundo “demasiadas personas siguen padeciendo hambre, demasiadas siguen sin tener acceso a la instrucción y a un trabajo digno y demasiadas mujeres mueren durante el parto”.
En este sentido la Santa Sede y el Reino Unido “reconocen la obligación compartida de lograr un ecuo contexto internacional, financiero y comercial”. Ambos estados comparten también la convicción de que para lograr un desarrollo global sostenible y centrado en el hombre es necesario continuar reforzando la integración de sus pilares económicos, sociales y ambientales “que son interdependientes y se refuerza recíprocamente, del mismo modo que el nexo existente entre la lucha contra la pobreza y la gestión del cambio climático”.
Asimismo ambos estados coinciden en su intención de “trabajar en el ámbito de las Naciones Unidas y otras sedes para reforzar la atención internacional sobre la prevención de los conflictos, del desarme, y el control de los armamentos y su no proliferación”. El comunicado se refiere también a los cambios que se han producido en el norte de África y en Oriente Medio “subrayando la importancia de emprender verdaderas reformas en el ámbito político, económico y social”.
También se hace referencia al papel que los cristianos pueden desempeñar y a la importancia del diálogo interreligioso, con la esperanza compartida por la Santa Sede y el Reino Unido de la “reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos para lograr una paz duradera”, así como la renovación del llamamiento para el fin inmediato de la violencia en Siria.
Aludiendo a la Conferencia de Londres sobre Somalia, que tendrá lugar el próximo 23 de febrero, la Santa Sede y el gobierno británico alientan a la comunidad internacional a “apoyar una estrategia coherente en Somalia para poner fin a la crisis” e “indicando como prioridad la protección y el bienestar de la población del Cuerno de África”.
Por último el comunicado refleja el agradecimiento del gobierno del Reino Unido por el apoyo de Benedicto XVI en el proceso de reconciliación en curso en Irlanda del Norte y por los esfuerzos dirigidos a construir un futuro pacífico, estable y próspero para todos los miembros de la comunidad.
CVV
radiovaticana.org
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