Más de 60 años después de su muerte y en pleno proceso de beatificación, el Padre Emil Kapaun, capellán del ejército muerto en la Guerra de Corea, podría recibir la Medalla de Honor, la máxima condecoración entregada en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.
En noviembre de 1950, el Padre Kapaun se encontró en medio del fuego cruzado entre coreanos y estadounidenses durante la batalla de Unsan. El sacerdote optó por acompañar a los heridos, fue tomado prisionero y llevado a un campo de reclusión cerca de Pyoktong, Corea del Norte, donde fue víctima de torturas.
Durante seis meses, el Padre Kapaun medió entre los prisioneros, fue sometido a trabajos forzados, entregó sus propios alimentos y asistió espiritualmente a los presos. Ofició bautismos, confesiones, celebró Misa y asistió a moribundos. El Padre Kapaun desarrolló un coágulo en la pierna, padeció disentería y neumonía. Falleció el 23 de mayo de 1951 en prisión. Fue enterrado en una fosa común cerca del río Yalu.
La causa de beatificación del P. Kapaun, oficialmente abierta en 2008, ya fue enviada a Roma por la diócesis de Wichita (Estados Unidos), tras una intensa investigación. Actualmente, el heroico sacerdote es considerado por laIglesia como Siervo de Dios.
El heroísmo del sacerdote ha motivado que un importante grupos de políticos del estado de Kansas proponga que el P. Emil Kapaun reciba la Medalla de Honor, la máxima condecoración militar a la que se puede acceder en Estados Unidos.
Si el presidente de ese país, Barack Obama, le entregara la distinción, el P. Kapaun sería el quinto sacerdote católico en recibirla. Mientras que si fuera elevado a los altares, sería el primer miembro del ejército de los Estados Unidos en ser declarado beato.
Hasta el momento se investigan dos hechos que algunos ya consideran milagros y que son atribuidos a la intercesión del sacerdote estadounidense.
En 2006, Avery Gerleman, que tenía entonces 12 años, estaba en riesgo de muerte por casi 87 días. Después de que sus padres rezaran pidiendo la intercesión del P. Kapaun, ella se mejoró inexplicablemente.
El otro caso analizado por los promotores de la causa es el de Chase Kear, un atleta universitario que en 2008 sobrevivió a un accidente de salto con garrocha.
Su cráneo resultó fracturado de orea a oreja, y ocasionó algo de sangrado en su cerebro. Los médicos dijeron que él moriría durante la cirugía o de una infección post-operatoria.
Fuente: aciprensa.com
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