“Abre un panorama en tu alma para aprender a amar y para contemplar la belleza de Dios, la grandeza de la naturaleza humana, la bondad infinita de Jesucristo, el valor infinito de los sacramentos, la ilusión inmensa de estar delante de Jesús Eucaristía”, exhortó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el Rito de Admisión a las Órdenes Sagradas de 17 seminaristas del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo.
Durante su homilía, el Arzobispo de Lima mencionó que la vida de sacerdote es una vida de entrega a Dios y no de prohibiciones ni de imposiciones; por eso, animó a los seminaristas a “cultivar en sus vidas el amor a tantos misterios de la bondad infinita de Dios”.
Asimismo recordó que la vida espiritual tiene que alimentarse del amor de Jesús, de contemplar su humanidad, de contemplar el Evangelio y de ir creciendo en ese amor a Dios y al prójimo con obras.
“Amor a Dios, amor al prójimo, obras. Que se vea en el estudio, en la obediencia, en el trabajo, en ese afán apostólico, en esa comprensión hacia los demás, en esa ilusión. Que se vea en obras”, comentó.
“Esa maravilla, ese tesoro, esa grandeza de Dios va en vasos de barros, en tu manera de ser. Pero en ese modo de ser no está el pecado, la soberbia, el egoísmo, la mentira; estará el carácter, las aficiones, el modo de estudiar una cosa u otra, tu familia, tus amigos, todas tus circunstancias, el pecado no. En ese vaso de barro Jesús echa cada día esa maravilla: su amor, su perdón, su misericordia. Cultívala”, prosiguió.
Señaló que cuando hablamos de amor a la Iglesia también se habla de amor al Santo Padre con una oración concreta, con el estudio de sus enseñanzas y con el ofrecimiento de cosas concretas por su trabajo.
“Pidámosle a María que nos enseñe ese camino de la humildad porque es garantía. Todo esto concluye en el amor a la Iglesia, personificada en el Papa Benedicto XVI, hay que conocerlo, tratarlo, rezar por él, leerlo, estudiarlo, darlo a conocer”, expresó.
Finalmente, animó a los seminaristas a cultivar esa llama de la santidad procurando ser más alegre, más obediente, más cariñoso, más ordenado y aceptando ese amor que Dios les brinda.
“Hoy, a todos los que serán admitidos a Órdenes recuerden esa sencillez, el amor a Jesús, el amor a María, a la Iglesia, al Papa, al obispo. Den muchos frutos, a la Iglesia le urge nuestra santidad. Obras, obras, obras”, concluyó.
Concelebraron con el Cardenal Cipriani el Rector del Seminario, padre Carlos Rosell; así como diversos sacerdotes de la arquidiócesis de Lima.
Los seminaristas admitidos a las Órdenes Sagradas son José Alata, Hermes Cama, Luis Fernando Gonzales, Alejandro Jiménez, Diego Cáceres, Iván De Casanova, Brian De la Cruz, Tomás Garban, Carlos Guzmán, Víctor Lucero, Rodolfo Silva, Fernando Valle, Leoncio Mejía, Miguel Milla, Moisés Osorio, José Vásquez y Raúl Vera. Cabe destacar que este grupo es uno de los más numerosos en los últimos tiempos en la Arquidiócesis de Lima.
Oficina de Comunicaciones y Prensa
Arzobispado de Lima
1 comentario:
Queridos hermanos los apoyamos con nuestras oraciones para que perseveren en la fidelidad y el amor de Dios hasta la muerte.
Sus hermanas Canonesas de la Cruz.
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