Ayer en la Sala de Prensa de la Santa Sede, en una conferencia en gran parte técnica, por la cuestión de la difusión de documentos vaticanos reservados, nuestro Director General, el padre Federico Lombardi, explicó algunas cuestiones de carácter jurídico a los periodistas, junto al Profesor Paolo Papanti-Pelletier, juez del Tribunal de lo Estado de la Ciudad del Vaticano.
En efecto, ayer comenzó el interrogatorio del sumario a cargo de Paolo Gabriele, el ayudante de cámara del Papa imputado de robo agravado, un delito que –dijo el Profesor Papanti-Pelletier– prevé una reclusión de uno a seis años con una circunstancia agravante y de dos a ocho años, con dos o más circunstancias agravantes.
Actualmente se está indagando también si los documentos publicados son auténticos o falsos y si han sido difundidos por una o más personas. El Padre Federico Lombardi reafirmó que por el momento no han partido del Vaticano rogatorias. Paolo Gabriele se encuentra en una de las cuatro cámaras de seguridad existentes en el territorio vaticano en condición de custodia cautelare una situación que puede durar 50 días, prorrogables por otros 50. Y añadió que el domingo pasado pudo ir a Misa en una iglesia del Vaticano.
La fase indagatoria, a diferencia de la del debate –dijo el Profesor Papanti-Pelletier– no es pública, como sucede, o debería suceder, en Italia, como garantía del imputado.
El también Director de la Oficina de Prensa desmintió secamente dos noticias: aquella según la cual Paolo Gabriele habría comenzado su colaboración con la justicia vaticana antes del arresto, transformándose así en una especie de "doble agente", hipótesis definida por el Padre Lombardi “absolutamente infundada y no plausible”, o una tontería. La segunda noticia desmentida se refiere al tentativo, definido “infundado e indigno”, de implicar al Cardenal Law en el caso de Emanuela Orlandi.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
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