El cardenal Rodríguez Maradiaga explica que le pueden encontrar en la Eucaristía
MADRID, jueves 18 de agosto de 2011 (ZENIT.org).-
“Cristo quiere ser descubierto y tratado como amigo. Él es el camino,
la vida plena, la felicidad y la salvación”. Estas palabras han sonado
como una novedad entre los más de miles jóvenes de varios países que las
escucharon este jueves en Madrid.
Las pronunció en la mañana, en
la Parroquia de la Sagrada Familia, durante la segunda catequesis del
cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y
presidente de Caritas Internationalis.
Y lo que realmente ha resultado sorprendente para muchos de estos
chicos y chicas, no todos asiduos practicantes, es que hay un lugar
donde puede encontrarse realmente a Cristo, la Eucaristía.
Ha sido una de las numerosas catequesis que pastores de la Iglesia
han ofrecido en diferentes lugares e idiomas haciendo de esta ciudad una
capital espiritual de la juventud. La ofrecida por el cardenal
Maradiaga ha sido continuación de la que también ayer ofreció a
centenares de chicos y chicas (Cf. ZENIT, El cardenal Maradiaga presenta a los jóvenes un “GPS espiritual”).
Al igual que ha hecho el cardenal Maradiaga, los obispos catequistas
han buscado que estas JMJ se conviertan en gran encuentro de los jóvenes
del mundo con Cristo.
Cristo, cimiento de la vida
El purpurado en esta ocasión comentó la segunda parte del lema de esta JMJ: “Arraigados y edificados en Cristo”.
Explicó que así como nuestros edificios son cada vez más altos,
también la vida de los hombres tiene altas aspiraciones para alcanzar
las cuales es absolutamente fundamental contar con unos cimientos
sólidos.
“Toda construcción –ha destacado– debe ser planificada en clave de
contingencia para que cuando soplen las tempestades no sea arrastrada
por ellas”.
“La vida es constantemente puesta a prueba a través de las crisis de
índole personal, familiar y social, a través del relativismo y de una
ética de conveniencia que pretende desarraigarnos y hacernos creer que
solo es bueno aquello que nos satisface en el plano individual, pero
--ha añadido-- la fe no es adhesión racional a una ideología sino el
encuentro personal con Cristo, que vive en medio de nosotros, encuentro
que se produce en clave de amistad”.
Como ha indicado el cardenal Maradiaga, Cristo es el cimiento que nos
permite afrontar las crisis que se producen y salir de ellas
fortalecidos. Él, que vive en medio de nosotros, es el que sacia el
mayor anhelo del hombre, su deseo más urgente de felicidad y de
salvación.
El sello del cristiano y su pertenencia
El presidente de Cáritas Internationalis ha recordado a los jóvenes
que “el cristiano es el que recibe un sello con el bautismo, es
consciente de ello y consecuente con él”. “Somos de Cristo --ha dicho--
el lote de su heredad”.
El cardenal ha invitado a los jóvenes a responder a esa llamada de
Cristo, comprometiéndose, como dice el Papa en su mensaje a los jóvenes
con motivo de esta JMJ, aprendiendo a encontrar a Cristo en la
Eucaristía donde se manifiesta su misericordia, sirviéndole en el pobre,
en los enfermos, en las personas en dificultad y en cuantos tienen
necesidad de ayuda.
“La vida es una canción y qué mejor director que Cristo para guiar la
canción de nuestra vida”, aseguró el purpurado hondureño.
zenit.org
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