

El Papa observó que la trama ha sido impostada sobre tres figuras femeninas que entrecruzan sus propias vidas pero que realizan elecciones profundamente diversas: «Herodías permanece encerrada en sí misma, en su mundo, no logra levantar la mirada para leer el signo de Dios y no escapa del Mal. María Magdalena que tiene un proceso más complejo y vive la fascinación de una vida fácil, basada sobre las cosas y utiliza varios medios para alcanzar sus objetivos hasta el momento dramático en el que es juzgada y colocada en su camino y en él se encuentra con Jesús, le abre su corazón, le cambia la existencia».
Benedicto XVI observó que sin embargo, en el centro de esta historia está María de Nazaret: «En ella está la riqueza de una vida que ha sido un “aquí estoy" a Dios. Es una Madre que tendría el deseo de mantener consigo el propio hijo pero que sabe que es de Dios. Tiene una fe y un amor tan grande que acepta que Él vaya a cumplir su misión. Es un repetir: el “heme a Dios” desde la Anunciación hasta la Cruz».
El Santo Padre comentó el fondo de esta película dedicada a María de Nazaret, subrayando que ofrece tres experiencias, un paradigma, sobre cómo es posible impostar la vida: inicialmente el egoísmo, la cerrazón en sí mismos y sobre las cosas materiales, dejándose guiar por el mal; o sobre el sentido de la presencia de un Dios que ha venido y permanece en medio de nosotros y que nos espera con bondad si nos equivocamos y que nos pide de seguirlo, de confiarnos a Él. «María de Nazaret, puntualizó, es la mujer del “Heme aquí” pleno y total a la voluntad divina y en este decir “Sí” repetido también ante el dolor de la pérdida del Hijo, encuentra la beatitud plena y profunda». (Patricia L. Jáuregui Romero - Radio Vaticano)
No hay comentarios:
Publicar un comentario