Tras la dura
arremetida del Primer Ministro de Irlanda contra el Vaticano, el periódico “The
Independent” corrige algunos puntos de su polémico discurso.
Lo hace con un
artículo de David Quinn, analista de temas religiosos. En su columna de
opinión subraya que el primer ministro critica al Vaticano por hechos de 1997,
que no se corresponden a la actual política vaticana.
El Primer
Ministro se pronunció el miércoles en el Parlamento sobre el informe Cloyne,
que contiene una confusa carta de 1997 enviada por el nuncio a los obispos de
Irlanda.
En la carta
comunica las dudas de la Congregación Vaticana para el Clero sobre la propuesta
de obligar a los obispos a denunciar a la policía los casos de abuso sexual.
Según la carta,
esta medida podría provocar la impugnación de procesos canónicos y evitar que
el sacerdote fuera procesado por la Iglesia. En aquel entonces, el prefecto de
la Congregación era el cardenal Darío Castrillón, criticado por el portavoz del
Vaticano por su modo de afrontar los casos de abusos.
En cualquier
caso, la carta del nuncio no prohíbe que el obispo informe a las autoridades,
ni interfiere con las leyes de Irlanda.
Según el
analista David Quinn, aunque el Vaticano merezca que se critique esa mentalidad
burocrática, también el gobierno irlandés tiene parte de la culpa. Explica que
en esa misma época, a finales de los 90, tampoco el Estado veía necesario
obligar por ley a que los ciudadanos denunciasen estos casos.
Y en aquel
momento, el actual primer ministro Kenny, formaba parte del gabinete y podía
haber introducido esa norma.
Fuente: www.romereports.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario