“Toda la estructura de nuestra Iglesia Católica está basada en la revelación del mismo Dios, está basada en la enseñanza del Espíritu Santo y está encarnada en la persona del Papa y de los obispos en cada diócesis”, afirmó el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de fe del sábado 19 de mayo.
Manifestó que la Iglesia está fundada por Cristo y que a lo largo de la historia humana y divina, el Espíritu Santo va enseñando y explicando, a través del Santo Padre, lo que la Iglesia quiere enseñar al mundo en cada época.
Comentó también que la Iglesia no es una organización social o una asociación benéfica, sino que es un sacramento de salvación en la que siempre debe resplandecer la unidad de corazón, mente y trabajo.
“Hay normas que conducen las instituciones y esta institución está fundada por Cristo. Hay una tendencia a confundir la Iglesia con aspectos democráticos, asambleístas, populistas y de tendencias mediáticas. Por eso, uno tiene que decir que la Iglesia se lleva adelante con la enseñanza que Jesucristo nos ha enviado y con la enorme misericordia del corazón para ayudar a todos a ir llegando a la salvación y la felicidad”, señaló.
El Arzobispo de Lima mencionó que Jesucristo encomendó a los Pastores de la Iglesia la tarea de vivir una sola fe y seguir una sola enseñanza: el Magisterio de la Iglesia, el cual está condensado claramente en el Catecismo de la Iglesia Universal.
“Ese magisterio no es propiedad ni del Santo Padre ni del Obispo, sino es contenido de la Iglesia Católica y no es objeto de discusiones en el sentido político o mediático”, prosiguió.
Del mismo modo, aclaró que hay circunstancias en las cuales la Iglesia no se pronuncia porque no existe un magisterio sobre determinados temas que pueden ser totalmente opinables.
“A nadie se le puede decir que está prohibido pensar. Pero a un Pastor de la Iglesia se le tiene que exigir que cuando habla y predica como sacerdote sí tiene que ser una persona totalmente unido a la enseñanza de la institución de la Iglesia, que es la de Cristo. Sin embargo, hay temas opinables y variados que no se plantean bajo el magisterio y hay tantos elementos donde uno tiene una opinión”, expresó.
En otro momento, se refirió al tema de la no renovación de las Licencias Ministeriales al Padre Gastón Garatea, SS CC, en la Arquidiócesis de Lima, destacando que fue una decisión que se tomó de acuerdo a las normas, con enorme respeto, con suficiente prudencia y de manera humilde.
“Hay unas reacciones desproporcionadas en las que se empieza a hacer un discurso ajeno que ha sido motivo de este no renovarle las licencias. Se empieza a hablar de suspensión, castigo, sanción y se empieza a hacer como una víctima para atacar al Cardenal”, mencionó.
Asimismo, afirmó que no se está hablando de ataques ni de envidias ni de maltratos, pero sí de respeto y cuidado por la enseñanza de Jesucristo.
“Esto es una cosa de ordinaria administración y no es un ataque ni un maltrato ni una sanción. Tanto es así que ayer el Padre Garatea ha celebrado un matrimonio en la parroquia Virgen del Pilar porque me pidieron un permiso ante un compromiso que yo tenía con un familiar”, señaló.
“No hagamos un show que le hace daño al padre Gastón Garatea, a los Sagrados Corazones, a la Iglesia y al Cardenal Cipriani”, añadió.
Manifestó que en varias ocasiones los Superiores Provinciales o los Obispos han tenido que cambiar a sacerdotes de un lugar por diversos motivos que no son necesariamente negativos.
El Cardenal CIpriani recordó que mañana se celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor y animó a tener una mirada de mayor fe, dejando de lado las circunstancias ajenas a la vida de la Iglesia.
“Pidamos al Señor: No tardes, ven a nuestros corazones, ilumínanos, ayúdanos a ser dignos discípulos y misioneros, dignos hombres y mujeres que te queremos con obras. La Iglesia está en manos de Jesucristo y del Espíritu Santo”, exhortó.
Finalmente, agradeció las muestras de afecto y apoyo recibidas esta semana.
“Agradezco a todos su cercanía y sus oraciones; y a todas esas muestras de solidaridad con el Padre Garatea se pueden ahorrar que sean ataques e insultos al Cardenal. Yo también me uno a ese agradecimiento por sus obras de caridad y bien. Y también les recuerdo que los insultos, las venganzas y el odio no son de cristianos”, concluyó.
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