En el programa Diálogo de Fe del sábado 26 de mayo, el Cardenal Juan Luis Cipriani mencionó que Pentecostés es la venida del Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y que es la relación de amor entre el Hijo y el Padre.
“La maravilla de Dios que es Uno y Trino nos define que el amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre, ese amor mutuo es una persona, que es el Espíritu Santo”, afirmó.
Comentó que con frecuencia la gente desconoce la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, ya que es más difícil ser amigo de una paloma o unas lenguas de fuego, como es representado. Sin embargo, expresó que es quien está más presente en el mundo buscando entrar en las almas de las personas.
“El Espíritu Santo nos dice: Yo no vengo a sembrar discordias, yo vengo a traer la paz, vengo a traer la verdad y no las mentiras”, expresó.
Señaló también que en este mundo que solo cree en lo que se percibe de manera material, es difícil hablar del amor hacia alguien a quien no se puede ver ni tocar.
“Tú hablas y tú vives porque estoy dentro de ti. Pon en práctica los consejos que el Espíritu Santo te da, Él permanece en nuestras mentes”, enfatizó.
Asimismo, destacó palabras importantes de San Pablo: “No han recibido un espíritu de esclavos para que caigan en el temor, el Espíritu que han recibido es para ser hijos adoptivos del Señor”.
El Arzobispo de Lima pidió no caer en la tentación de decir que Dios es un problema, de no rezar, de no acercarnos a la confesión, ya que vivimos en una década donde hay más soberbia y egoísmo, en la que el hombre moderno y la juventud viven sometidos por la tecnología.
“No hay peor sordo que el que no quiera oír, acerquémonos más al Espíritu Santo. Amen a sus enemigos, oren, recen por los que te persiguen, si no vivimos así estamos al margen de una familia maravillosa que es la familia de Dios. Él nos conoce con nombre y apellidos y solo nos pide que abramos nuestro corazón”, reflexionó.
Finalmente, recordó que en este mes de mayo existe un gran fervor y alegría al recordar a la Virgen María.
“No vaya a ser que no nos demos cuenta que hay un resurgir del amor de María, que hay un resurgir de un deseo de ayudarnos unos a otros; que nada te espante, con el Espíritu Santo todo se puede; Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta”, concluyó.
En otro momento, pidió unirnos en oración y rezar a Dios para que acompañe, dé fuerzas y restablezca la salud del periodista Raúl Vargas.“Todos los que venimos a esta casa de RPP y formamos una gran familia tenemos esa preocupación por nuestro querido Raúl Vargas. Le pido a todos los amigos que elevemos una oración para que el Señor lo recupere y pronto lo podamos tener de regreso. Le pedimos a Dios que lo acompañe, le dé mucha paz a él y a su familia”, exhortó.
Oficina de Comunicaciones y Prensa
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