En esta iglesia de las Hijas de
la Caridad de San Vicente de Paúl en Roma se expone una reliquia muy particular
de Juan Pablo II. Se trata de la camiseta interior que llevaba el día del
atentado en la Plaza de San Pedro, el 13 de mayo de 1981.
Sor Beatrice Priori
Hijas de la Caridad de
San Vicente de Paúl
“Esta camiseta es importante
tanto por lo que vemos con los ojos como por lo que no vemos con los ojos.
Habla del gran sufrimiento del Papa; de lo que sufrió durante el atentado pero
también del sufrimiento que le ha acompañó el resto de su vida”.
El día del atentado, los médicos cortaron la camiseta para operar de urgencia al Papa y la abandonaron en un rincón del quirófano. La enfermera jefe del Policlínico Gemelli, Anna Stanghellini, la recogió y la guardó en secreto durante años.
Después de jubilarse, fue a vivir a la casa de las Hermanas de la Caridad. La hermana Beatrice Priori se llevó una gran sorpresa cuando en marzo del 2000 le confesó su secreto.
Sor Beatrice Priori
Hijas de la Caridad de
San Vicente de Paúl
“Me quedé perpleja,
pensativa, y francamente, no sabía qué hacer. Pensando y repensando me
di cuenta de que se trataba de una cosa importante y que debía de ser
conservada e impedir que se rompiese o estropease. Junto a otra hermana,
decidimos conservarla como ahora se ve”.
Tras la muerte de Juan Pablo II, la religiosa decidió llevarla al Vaticano para que la autentificasen. Junto a la camiseta llevó esta carta de la enfermera y otra que ella misma había escrito cuando la descubrió. Un mes después, ya verificada, volvió a manos de las Hermanas de la Caridad.
Sor Beatrice Priori
Hijas de la Caridad de
San Vicente de Paúl
“Esta camiseta habla de la
capacidad de perdón de Juan Pablo II, de su capacidad de amar a los demás.
Perdonó a quien trató de asesinarlo, le tendió la mano.Detrás de esta camiseta
hay una mano potente que desvió la bala. Según los doctores, si le hubiese
entrado dos milímetros más a la izquierda o dos más a la derecha no hubiese
llegado vivo al Policlínico Gemelli. Ahí detrás estuvo la mano de la Virgen”.
La comunidad religiosa conservaba esta camiseta en una sala con otros objetos de valor simbólico. Ahora, después de la beatificación de Juan Pablo II, se expone en su iglesia para que todos los católicos puedan verla.
Fuente: www.romereports.com
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