Este mediodía
(hora local), en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se
presentó la muestra "Lux in Arcana: El Archivo Secreto Vaticano se
revela", que se inaugurará en los Museos del Capitolio de Roma en febrero
de 2012. Entre los documentos que se expondrá están los del proceso de Galileo Galilei
y una carta sobre la causa matrimonial de Enrique VIII.
En la
conferencia de prensa el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio
Bertone, señaló que "la riqueza de la exposición se incrementa por el
hecho de que se ha organizado fuera del Vaticano, en el Capitolio, que
simbólicamente evoca el ‘corazón’ de Roma y su relación con la ciudad de los
papas a lo largo de los siglos".
Se trata,
añadió, "de unir los recursos del Archivo Secreto Vaticano, con su bagaje
de conocimientos científicos y de experiencia, con los de Roma Capital, los de
los Museos Capitolinos y la Superintendencia de archivos y de museos del
Ayuntamiento de Roma".
El Cardenal
Raffaele Farina, S.D.B., Archivista y Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana; dijo a
su turno que "documentos pontificios muy antiguos y valiosos, así como
documentos importantes de la vida
de la Iglesia en el mundo saldrán por primera vez del Vaticano y se abrirán a
la curiosidad de los visitantes en el Capitolio, sede tradicional del gobierno
de Roma".
Mons. Sergio
Pagano, Prefecto del Archivo Secreto Vaticano; comentó por su parte que la
exposición "trata de arrojar luz sobre la realidad de la venerable
institución –el Archivo Vaticano-, su naturaleza, su contenido, su actividad.
Por eso se llama ‘Lux in arcana’".
"Entre los
millones de documentos conservados en el Archivo Secreto Vaticano, hemos
seleccionado –dijo–, unos cien que ilustran la complejidad de los
contenidos", entre ellos: Dictatus papae de Gregorio VII (1073-1085);
Carta de los miembros del Parlamento inglés a Clemente VII sobre la causa
matrimonial de Enrique VIII (1530); el código del proceso de Galileo Galilei
(1616-1633).
La exposición,
continuó Mons. Pagano, "ofrece por primera vez a un público más amplio la
oportunidad de sumergirse en la realidad del Archivo Vaticano: la tecnología
moderna permitirá al visitante adentrarse en el Archivo y conocer la actividad
que realiza desde hace siglos al servicio de la Santa Sede y del mundo de la
cultura, conservando y transmitiendo un patrimonio de conocimiento
envidiable".
Giovanni
Alemanno, Alcalde de Roma; indicó que "la ciudad de Roma, capital de
Italia y sede del Sumo Pontífice, se enorgullece por acoger una
exposición-evento que de alguna manera fortalece el vínculo entre la ciudad
secular y la religiosa".
Se trata,
concluyó, de "un acto de valentía por parte de la Santa Sede, que ha
querido organizar una exposición de este nivel y al mismo tiempo llevar estos
valiosos documentos fuera del Vaticano. Lux Arcana es una oportunidad para
poder contar a los romanos y a los peregrinos la aventura extraordinaria del
ser humano".
También
participaron en la conferencia de prensa Dino Gasperini, asesor de la Cultural
y del Casco Antiguo de Roma y Umberto Broccoli, superintendente de los Bienes
Culturales de Roma.
El caso
Galileo
Una de las
formas más comunes de ataque a la Iglesia suele relacionarse al caso de Galileo
Galilei, quien no murió ejecutado ni encarcelado, sino de muerte natural y en
su casa. Efectivamente fue juzgado pero su investigación nunca fue vetada,
tanto así que en 1624, el Papa Urbano VIII le dio a Galileo medallas y otros
regalos, y le rogó que siguiera realizando su trabajo.
De acuerdo al
historiador Thomas E. Woods, "Urbano VIII le dijo al astrónomo que la
Iglesia nunca había declarado que el sistema de Copérnico era herético, y que
la Iglesia nunca haría eso". En 1632, Galileo escribió su "Dialogo
sobre los principales sistemas del mundo" a pedido del Papa.
Joseph Dias,
secretario general del Foro Secular Católico (CSF) en Estados Unidos, explica
que con esta publicación "Galileo señaló que la teoría copernicana era
empíricamente cierta. Además, se presentó como teólogo, no solamente como
matemático, y estuvo de acuerdo en hacerlo. La Iglesia no estaba complacida, y
se sintió marcada por él. De igual modo, la comunidad científica no estaba
impresionada. Su arrogancia era terrible para muchos fuera de la Iglesia así
como dentro de ella".
Dias afirma
además que Galileo fue el primer líder de la Pontificia Academia para las
Ciencias y cuestiona: "si la Iglesia Católica era tan anti-ciencia, ¿por
qué el Papa Benedicto XIV otorgó el imprimatur (permiso eclesiástico oficial
para la impresión de una obra católica. Con esta autorización se establece que
no existe errores morales o doctrinales en la misma) a la primera edición de
los trabajos completos de Galileo? Así lo hizo en 1741".
"También
debe notarse que a los católicos nunca se les prohibió leer a Galileo, incluso
libros científicos de todo tipo circularon libremente durante y después de la
censura a Galileo", agrega.
Más sobre el
caso Galileo en http://www.aciprensa.com/controversias/galileo.htm
y en http://www.aciprensa.com/angelesydemonios/
Fuente: www.aciprensa.com
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