El último
heredero del imperio austrohúngaro y un gran político cristiano
El Papa
Benedicto XVI ha enviado personalmente sus condolencias a la familia del
archiduque Otto de Habsburgo, según ha informado la familia en una nota de
prensa.
El Papa
envió el pasado sábado un telegrama al hijo mayor de Otto de Habsburgo, el
archiduque Karl, en el que expresa su cercanía a la familia “en esta hora de
tristeza, en su pérdida dolorosa”.
El Pontífice
quiso reconocer el legado que deja a Europa el difunto heredero de los
Habsburgo: “En su larga y plena vida, el Archiduque Otto fue testigo de la
realidad cambiante de Europa”, afirmó.
“Confiando
en Dios y siendo consciente de su importante herencia, él fue un europeo
comprometido que incansablemente trabajó por la libertad, la unidad de los pueblos
y por la justicia en este continente”.
“Que el
Señor le recompense por sus diversas obras y le dé la plenitud de la vida en su
reino celestial”, desea finalmente Benedicto XVI a la familia, a la que envía
su bendición apostólica.
El
archiduque Otto de Austria, hijo del último emperador del Imperio
Austrohúngaro, falleció el pasado 4 de julio en su domicilio familiar de
Pöcking (Alemania), a la edad de 98 años.
Nacido en
Austria en 1912, hijo del emperador Carlos I y sobrino nieto de Francisco José,
a la edad de 4 años fue jurado como heredero del Imperio Austrohúngaro. Tras la
primera guerra mundial, con la desmembración de Austro-Hungría, la familia
imperial tuvo que exiliarse a la isla de Madeira, donde el emperador Carlos
falleció de pulmonía.
Como
heredero en el exilio, el archiduque Otto trabajó siempre por la libertad de
Europa, especialmente durante la segunda guerra mundial, y tras la caída del
Telón de Acero sobre los pueblos que antes habían pertenecido a la corona
imperial.
Posteriormente,
renunciando a su posición de heredero al trono, dedicó su vida y acción
política a la construcción de la Unión Europea, como diputado del Parlamento
Europeo durante veinte años, y como miembro del Partido Popular Europeo, que
llegó a presidir.
Nunca ocultó
sus convicciones católicas ni su lucha a favor del reconocimiento de las raíces
cristianas de Europa. Sus hijos han seguido sus pasos en la política Europea.
El 3 de
octubre de 2004, poco antes de su propia muerte, el papa Juan Pablo II
beatificaba al padre de Otto de Habsburgo, el emperador Carlos, de quien
siempre fue admirador. ZENIT publicó con aquella ocasión una entrevista al
archiduque Otto, (www.zenit.org/article-12032?l=spanish,realizada
por la agencia Veritas), en la que éste expresaba su concepción de libertad
religiosa y de la necesidad del reconocimiento de la presencia de Dios en la
vida pública.
Para saber
más: www.zenit.org/article-30761?l=spanish.
Fuente:
www.zenit.org
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