Comunicado del Apostolado
Marítimo de la Fundación Emigrantes de la Conferencia Episcopal italiana.
Este Domingo del Mar luego del rezo del Ángelus, el Santo Padre Benedicto XVI, encontró en privado a un grupo de representantes internacionales de las familias de marineros secuestrados y retenidos por piratas.
Son familiares de los marineros víctimas
de los piratas de todo el mundo y representan a los más de 800 secuestrados por
la piratería.
Una vez más la Iglesia muestra su
cercanía a los marineros y sus familias, en este caso el Papa Benedicto XVI,
durante la celebración de la Jornada Mundial del Mar, encuentra y expresa la
oración a favor de los marineros de todo el mundo involucrados en el dramático
fenómeno de la piratería.
La piratería ha alcanzado su
máximo histórico en el año 2010 con 445 ataques, 53 naves secuestradas y 1.181
marineros capturados. Actualmente este fenómeno no tiende a disminuir,
considerando que hasta ahora han sido denunciados 214 nuevos episodios, con 26
naves aun en mano de los piratas (IMB Piracy Reporting Centre).
Si bien en gran parte los ataques
se registran a lo largo de las costas de Somalia, de hecho la piratería
continúa siendo un desafío mundial que reclama una respuesta global, porque la
ilusión de ganancias fáciles e inmediatas ha atraído también a las
organizaciones criminales internacionales.
En sintonía con el comunicado del
Pontificio Consejo para los Emigrantes e Itinerantes se expresa esta
preocupación y se dirige un llamamiento:
A los Gobiernos y a las Organizaciones
internacionales, para que activen tempestivamente los canales oportunos para
regresar sanos y salvos a sus casas a los marinos secuestrados y encuentren
soluciones a este problema, considerando que es necesario actuar desde las
raíces profundas del fenómeno, como por ejemplo la desigualdad en la
distribución de bienes entre los países y la explotación de los recursos
naturales.
A los armadores, para que adopten
medidas preventivas para garantizar la seguridad no sólo de las naves y de su
carga, sino también de los marineros.
En el trágico caso de un
secuestro, para que tengan una actitud de apertura y de apoyo a las familias de
los secuestrados y les garanticen asistencia inmediata, con el fin de reducir
los efectos traumáticos y a largo plazo.
A todos los marineros
secuestrados, para que no pierdan la esperanza de reunirse pronto con sus seres
queridos y permanezcan firmes en su fe. A ellos el Apostolado del Mar desea
hacer llegar toda su solidaridad.
A los familiares de los marineros
secuestrados, para que no duden en dirigirse a los Centros Stella Maris para
recibir consuelo y asistencia. En tales dramáticas situaciones, estos centros
pueden ser más que nunca para ellos un puerto seguro y un faro de esperanza.
Que los marineros sepan que los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar
están a su lado para afrontar los largos meses de incertidumbre y de miedo.
A las comunidades cristianas,
para que pidan a María, Estrella del Mar, proteger a la gente de mar de todo
posible peligro y apoyar a todos cuantos, a causa de la piratería, están
atravesando un momento oscuro y difícil en su vida.
A los piratas, para que pongan
fin a tales acciones criminales, tomen conciencia del gran drama que provocan a
los marineros (y a sus familias), y los traten con respeto y humanidad.
Gracias al esfuerzo del Comandante General de las Capitanías de puerto en su calidad de Presidente del Comité Nacional de Welfare estos representantes han llegado a Castelgandolfo viniendo de todas partes del mundo.
Gracias al esfuerzo del Comandante General de las Capitanías de puerto en su calidad de Presidente del Comité Nacional de Welfare estos representantes han llegado a Castelgandolfo viniendo de todas partes del mundo.
La disponibilidad del Santo Padre
a acoger a la representación internacional de las familias de los marineros, es
una señal importante y un llamado de sensibilización a este problema aun
desconocido por la mayor parte de la opinión pública, pero también una dura condena
a esta “redada” contra la gente del mar.
En este momento el fenómeno
golpea (datos del sitio) a 800 marinos secuestrados y a menudo maltratados por
los piratas. Con este encuentro el “fenómeno piratería” se ha trasformado en un
encuentro con personas, los familiares, que, con profunda dignidad, viven en
medio de gran sufrimiento y graves dificultades la separación de sus seres
queridos.
Expresamos toda nuestra gratitud al Santo Padre, guía universal de la Iglesia, que ha demostrado también en su pausa estival, tener un gran corazón para la escucha, la acogida y la oración para con estas familias, para que nadie se sienta solo y todos se sepan recordados y amados también a través de este “pequeño gran gesto”.
Expresamos toda nuestra gratitud al Santo Padre, guía universal de la Iglesia, que ha demostrado también en su pausa estival, tener un gran corazón para la escucha, la acogida y la oración para con estas familias, para que nadie se sienta solo y todos se sepan recordados y amados también a través de este “pequeño gran gesto”.
Invitamos una vez más a todos a
visitar el sitio y a suscribir la petición para sensibilizar a los gobiernos
del propio país a enfrentar y encontrar soluciones eficaces a este problema.
Fuente: www.radiovaticana.org
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