La Oficina de
Prensa de la Santa Sede
dio a conocer hoy un comunicado en el que señala que el sacerdote Giuseppe
Huang Bingzhang, ordenado sin la autorización del Papa, el jueves 14 de julio
en la localidad china de Shantu, está excomulgado.
El mismo día de
la ordenación, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P.
Federico Lombardi, calificó el hecho como algo "doloroso y
preocupante" para la Iglesia
Universal.
En el texto
publicado hoy en inglés, italiano y chino, se precisa además que al sacerdote
Huang Bingzhang, "la Santa Sede no lo reconoce como Obispo de la
diócesis de Shantou quien no tiene además la autoridad de gobernar la comunidad
católica diocesana".
Seguidamente se
recuerda que al sacerdote ya se le había informado desde hace tiempo que
"no podía ser aprobado por la Santa Sede como candidato episcopal, dado
que la diócesis de Shantou ya tiene un Obispo legítimo, por lo que en
distintas ocasiones se le solicitó al reverendo Huang no aceptar la ordenación
episcopal".
El texto también
destaca que la Santa Sede estaba informada por distintas fuentes de que algunos
obispos, contactos por las autoridades civiles, "habían manifestado la
propia voluntad de no participar en una ordenación ilegítima, realizando
algunas formas de resistencia, pese a lo cual los prelados habrían sido
obligados a participar".
El Vaticano
expresa que este tipo de resistencia "es meritorio ante Dios, y suscita
aprecio en toda la Iglesia. Igual aprecio va para a aquellos sacerdotes, a las
personas consagradas y a los fieles que han defendido a sus pastores,
acompañándoles en este difícil momento con la oración y compartiendo su íntimo
sufrimiento".
En efecto, ante
el anuncio de la ordenación ilegítima, los católicos de China fieles al Papa
protestaron ante oficina del gobierno solicitando no se realice el evento, para
el que las autoridades llegaron incluso a retener a algunos obispos para
obligarlos a participar.
En sus
protestas, informó la agencia UCAnews.com, los fieles expresaron que una
ordenación ilegítima "constituye una grave falta de respeto a la
Iglesia".
El comunicado de
hoy señala además que "la Santa Sede reafirma el derecho de los
católicos de poder actuar libremente, siguiendo la propia conciencia y
permaneciendo fieles al Sucesor de Pedro en comunión con la Iglesia
universal".
Finalmente
afirma que "el Santo Padre habiendo conocido estos hechos, una vez más deplora
como es tratada la Iglesia en China y auspicia que se puedan superar lo más
pronto posible las presentes dificultades".
China permite el
culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna
del Partido Comunista de China, y rechaza la autoridad del Vaticano para
nombrar obispos o gobernarlos. La Iglesia Católica fiel al Papa no es
completamente clandestina; aunque es asediada constantemente.
Las relaciones
diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después
de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos
extranjeros.
Fuente: www.aciprensa.com
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